
Durante esta cuarta edición, el homenaje a las mujeres fue uno de los momentos más emotivos. Las nanas Paula Cázares López, Paulina Nicolás Vargas, Elodia García Romero, Lupita Hernández Dimas, Rubí Celia Huerta Norberto, Graciela Reyes Sánchez y Timotea Rangel Galván fueron reconocidas como «mujeres emblema» por su invaluable contribución a la preservación y transmisión de las tradiciones y la cultura del estado. Estas mujeres, verdaderas guardianas del patrimonio michoacano, han dedicado sus vidas a compartir sus saberes con las nuevas generaciones, asegurando que la esencia de su tierra no se pierda en el tiempo.

El espectáculo principal, que reunió a más de 300 artistas en el escenario, fue un derroche de talento y color. Danzas tradicionales, pirekuas y los vibrantes trajes típicos de las diferentes regiones de Michoacán se fusionaron en una puesta en escena que dejó al público maravillado. Las Yácatas de Tzintzuntzan uns vez más fueron testigo de siglos de historia, presenciando cómo la cultura purépecha sigue viva y vibrante en cada movimiento, cada nota y cada sonrisa.

La K’uínchekua 2025 no solo fue una celebración, sino un recordatorio de la importancia de preservar y honrar nuestras raíces. En un mundo que avanza rápidamente, eventos como este nos conectan con lo que realmente importa: nuestra identidad, nuestra comunidad y el legado que dejamos para el futuro.