Cuando los que mandan pierden la vergüenza, los que obedecen pierden el respeto
George Christoph Lichtenberg (1742-1799) Escritor alemán
0Las imágenes son tan reveladoras como patéticas, y circulan en el mundo: habitantes de Huajúmbaro, población del municipio de Hidalgo, a escasos sesenta kilómetros de Morelia, celebran la llegada de camionetas repletas de civiles armados hasta los dientes, obviamente integrantes de un cártel criminal. En el sábado de gloria, celebran con ellos arrojándoles agua y haciendo fiesta.
¿A qué grado de descomposición social hemos llegado, o es de plano la normalización del empoderamiento de la criminalidad en la mayor parte del territorio nacional? Los comentarios en redes sociales en diversas partes del mundo, al volverse viral el video, son tronantes pero descriptivos de la realidad mexicana, entre mofas y severas críticas.
A fin de cuentas, Huajúmbaro es el espejo de Michoacán, y Michoacán lo es de México. Pero eso sí, nos escandalizamos cuando Donald Trump advierte que los cárteles dominan la mayor parte de México, nos indignamos cuando califica al nuestro como un narco gobierno, y nos sale lo patriota cuando deja entrever que sus ejércitos están listos para terminar de una vez por todas con los cárteles. Porque sí, son criminales, pero son “nuestros criminales” y quien ose ponerles una mano encima recibirá como respuesta que todo México cante el himno nacional en un abarrotado zócalo capitalino.
Nadie con un mínimo de racionalidad podría pedir a los habitantes de Huajúmbaro que confrontaran a los sicarios, pero de eso a festejar con ellos el sábado de gloria dista un enorme trecho, el trecho que lleva a la falta de dignidad, el trecho que desnuda nuestra realidad y que corrobora, por si hiciera falta aún, que es altamente probable que la lucha está perdida, que México sí es un narco país, que tenemos un narco poder público y que formamos parte de una narco sociedad.
Y es entonces cuando cabe el recelo: ¿sirve ya a estas alturas prohibir narco corridos en espectáculos públicos?, ¿esa medida no debió implementarse hace muchos años? Hoy, con Huajúmbaro como evidencia, me parece que la respuesta se dibuja sola.
X@jaimelopezmtz