spot_img
26.2 C
Morelia
lunes, abril 21, 2025

LÍMITES A NARCOCORRIDOS

Corridos Tumbados, bélicos o con otras denominaciones, en esencia son los llamados Narcocorridos, género musical que se caracteriza por exaltar hechos violentos, de sangre, de tráfico de drogas, donde la ostentación y la opulencia siempre pueden ser más, en fin, donde la violación de las reglas parece ser la clave para triunfar y vender millones de discos.

En las últimas semanas se ha ido extendiendo una tendencia por parte de gobiernos estatales y municipales de prohibir conciertos o su difusión a través de la radio, de este tipo de música, bajo el argumento de que se trata de apología del delito, pues en la tradicional dicotomía entre buenos y malos en que se suele dividir las conductas humanas, los trasgresores del orden y de las normas sociales y jurídicas, aparecen como los buenos.

El corrido para nada  es un tipo de música nueva; desde hace siglos, por lo menos desde el XIX, ha sido un género muy propio de México y sí, también en el se exaltaban las acciones de los actores que iban contra el Estado, ya fuera el guerrillero, el líder agrario; el rasgo esencial era el enfrentamiento con las fuerzas del orden establecido, incluso, en algunos casos los violentadores del orden pasaron a integrar el “santoral patrio”, como lo llegó a llamar el historiador michoacano, Luís González y González, como fueron los casos, solo por mencionar algunos, de Pancho Villa y Emiliano Zapata.

En su ensayo, “Los mil y un velorios”, el escritor Carlos Monsiváis, hacía mención que el corrido era la nota roja del siglo XIX, donde se narraban acciones de personas que iban contra el orden establecido.

Hoy hay un tema, que tiene que ver con la intención por parte del Estado por limitar la difusión de los variados temas que tienen que ver con música que resalta las acciones de lo que podríamos llamar como conductas delincuenciales o, como también se conoce, como apología de la delincuencia.

Mucho se ha dicho que limitar a los cantantes o a las radiodifusoras la transmisión de este tipo de mensajes, es limitar la libertad de expresión, pues el Estado asume el rol de decidir que es lo que la sociedad debe o no escuchar, pero lo cierto es que todos los derechos tienen ciertas limitaciones y la de la libertad de expresión, no es  la excepción.

Ejemplo de lo anterior es el manejo que se puede hacer de los símbolos patrios. La Ley sobre el Escudo, la Bandera y el Himno Nacionales, establece muchos límites al uso libre de los símbolos patrios y en su artículo 39, dice, “Queda estrictamente prohibido alterar la letra o música del Himno Nacional y ejecutarlo total o parcialmente con composiciones o arreglos…”.

Las anteriores líneas ponen límites al uso que podemos hacer de ciertos símbolos de la identidad mexicana, es decir, no se puede modificar la letra o música del himno, que es un símbolo de la identidad de los mexicanos. Esto nos lleva que el prohibir Narcocorridos no por afectar un género musical, sino que es una postura de la idiosincrasia del Estado mexicano, que antes que buscar música que hace apología de conductas que se podrían tachar de delincuenciales, hace lo propio con música que busca generar la identidad mexicana, como lo es el himno.

Si me preguntan cual es mi postura sobre el dejar hacer, dejar pasar o poner límites, soy de esta última línea. Los tiempos que corren no son de normalizar conductas que hacen apología de la delincuencia. El mismo futuro de México requiere de ciertos frenos. Finalmente, ningún derecho es absoluto, todos requieren de algún límite y en este caso, es la propia supervivencia del Estado.

 

Noticias Recientes
spot_img
Noticias Relacionadas

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí