La bandera nacional fue colocada de cabeza, al revés, en el acto del día 24 de febrero, diremos que resultó un yerro por demás sintomático de cómo están las cosas en medio de una desmedida corrupción, impunidad tremenda y los escándalos que se multiplican en un año electoral.
No hay tregua para tanto desatino, cotidianamente nos percatamos de más fallas estructurales, acusaciones, pleitos, ejecuciones y una larga lista que remata con el asunto de los narcos que han penetrado Ciudad Universitaria, esto último lo recordó la pizarra electrónica del estadio durante el cotejo entre Pumas de la Universidad y las Chivas rayadas del Guadalajara el domingo anterior, el letrero decía “narcos fuera de la UNAM”.
Los últimos meses han sido cruentos como no se tenía registro, hasta ahora los candidatos a la presidencia de la república no han dado a conocer seriamente cuáles serían sus propuestas, políticas públicas y cómo las instrumentarían de llegar a la cúpula del poder político. El tiempo se les va en ocurrencias, rastrear los probables errores de sus antagonistas y encomendarse a los publicistas para tomar distancia de sus competidores.
Los aspirantes tienen datos duros, información confiable derivada de diversos diagnósticos en torno a la situación de nuestro país que ha sido complicada porque los poderes fácticos, el crimen organizado en específico, avasallan, matan, rompen el sosiego. Sin tregua.
Nunca como ahora había florecido el nepotismo en actividades públicas, las élites políticas amplían la intervención de sus familias en los cargos públicos, acaparan candidaturas para perpetuar su linaje en una absurda repartición del poder, como sea, en todos los partidos abundan esas prácticas inmorales para mantener las cosas como están.
En el caso de los independientes que lograron recabar las firmas prescritas por la autoridad electoral y consecuentemente aparecerán en las boletas también incurrieron en actos anómalos, por decirlo de alguna manera, ya que los finalistas que proceden de partidos como Margarita Zavala del Partido Acción Nacional, Jaime Rodríguez del PRI en el que militó más de treinta años y Armando Ríos Piter ex perredista se les ha señalado de haber registrado electores inexistentes por miles, lo cual resulta inadmisible.
El extinto escritor uruguayo Eduardo Galeano publicó en 1998 un libro intitulado Patas arriba, la escuela del mundo al revés; dicho título vino a la mente luego de ver la colocación errónea de nuestro lábaro patrio el 24 de febrero.
Galeano escribe en el texto de referencia que Alicia en el país de las maravillas colocó un espejo para ver al mundo al revés, señala que si viviera en la actualidad no ocuparía más espejos porque la realidad cruda muestra a las cosas de esa manera, la izquierda a la derecha y viceversa, el ombligo en la espalda y la cabeza en los pies.
En nuestro país muchos rubros demandan atención ahora, pero parece que estamos al revés. La corrupción galopa sin descanso apoyada en el manto sombrío de la impunidad y los candidatos sin propuestas sólidas entre el fango de los escándalos y el bostezo motivado por sus discursos repetitivos.