Durante toda su campaña, el Presidente electo, Andrés López, repetía una y otra vez, al margen de la ley, nada; encima de la ley nadie. La excepción, el que sería el Nuevo Aeropuerto en Texcoco que bajo el pretexto de una consulta ilegal ha sido cancelado. Es una noticia lamentable para la industria turística de México, es negar el crecimiento de un sector que ha demostrado generar impactos positivos. Tras la cancelación del nuevo aeropuerto se perderán miles de empleos de mexicanos, en el presente y en el futuro, la conectividad aérea está retrocediendo 10 años. Lo más preocupante son las formas ilegales que la nueva administración está utilizando para presumir su fuerza y poder. Este proyecto fue contra los grandes empresarios, ¿cuál será el siguiente sector que al amparo populista se verá afectado?
Con respecto a la celebración de Noche de Muertos, en Michoacán, los historiadores mexicanos nos comentan que la muerte no era motivo de miedo para nuestros antepasados indígenas. De hecho, se consideraba un honor morir y más si era para rendir culto a un dios. Cuando llegaron los españoles, muchas de las celebraciones y tradiciones para los muertos, quedaron prohibidas, otras más se modificaron y algunas se conservaron. Sin embargo los indígenas, aunque tuvieron que adaptarse, intentaron mantener vivas sus costumbres.
De esta mezcla, surgió y se ha mantenido una de las tradiciones más importantes en México y que tiene que ver con el día de muertos. Es importante mencionar que son varios los destinos en nuestro país que celebran este acontecimiento. Por ejemplo, en Aguascalientes, la celebración tradicional tiene que ver con el Festival de Calaveras, que pretende rendir culto de manera festiva a los que ya no están vivos. Recordar que fue José Guadalupe Posada, el caricaturista que hizo famosas a las calaveras y en donde se toma en broma todo lo relacionado con la calaca.
Pero es en Michoacán donde esta celebración está reconocida por la UNESCO, como parte del patrimonio cultural inmaterial. El Día de Muertos coincide con el paso de las mariposas monarca por Michoacán. Según la leyenda, éstas cargan los espíritus de los difuntos sobre las alas, ayudándolos a visitar el mundo de los vivos. Comienza el 1 de noviembre, “día de todos los santos”, y está dedicado, con mucho amor y ternura, a los “angelitos”, que como es de dominio popular, son aquellos que fallecieron aun siendo niños y culmina el 2 de noviembre, día de los fieles difuntos.
Aunque las celebraciones son las mismas en toda la región lacustre, a la isla de Janitzio se le han otorgado por antonomasia. Hacia las 12 de la noche del 1 de noviembre, las mujeres y los niños se desplazan con solemnidad, localizan los lugares de reposo de sus seres queridos, ponen hermosas servilletas bordadas sobre las tumbas y depositan ahí los manjares que en vida fueron del agrado de sus distintos difuntos, se colocan ofrendas florales, mientras los hombres de lejos, en las afueras del cementerio, observan atentos todo lo que sucede en el interior del panteón.
Es importante mencionar que desde el 27 de octubre se tienen contempladas más de 300 actividades relacionadas con esta celebración en los municipios de Morelia, Cuitzeo, Purúandiro, Charo, Pátzcuaro, Tacámbaro, Tzintzuntzan, Santa Clara del Cobre, Erongarícuaro, Quiroga, entre muchos más. Finalmente, el Día de Muertos en Michoacán es, sobre todo, una celebración a la memoria, un acto que privilegia el recuerdo sobre el olvido. La invitación es a que respetemos y valoremos esta tradición cultural.
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