Dicen que la función del gobierno debiera ser la de generar las condiciones favorables necesarias para que los ciudadanos y empresas puedan funcionar de mejor manera. En estos momentos, el gobierno está generando las condiciones necesarias para generar incertidumbre. La industria turística no es la excepción, con la política de austeridad de la actual administración, se está barriendo con todo, haya funcionado o no en el pasado. Son cambios radicales. En días anteriores, el nuevo secretario de turismo de México, Miguel Torruco realizó su primera rueda de prensa, patinando sobre las llegadas nacionales e internacionales a los aeropuertos de México y después tuvo que ser corregido por el Secretario de Comunicaciones y Transportes.
Enrique de la Madrid dejo según cifras oficiales a México ubicado en sexto lugar mundial en llegada de turistas internacionales, en el lugar 15 en derrama económica y en el lugar 28 en gasto per cápita, mismos logros que el nuevo secretario entrante Miguel Torruco Marqués ha venido ya desmitificando. Torruco ha dicho que busca elevar el gasto per cápita, la derrama, la captación, la diversificación y la integración de producto, y de paso acabar con la que él ha llamado «simulación en el turismo».
Una de las primeras acciones ha sido eliminar el Consejo de Promoción Turística (CPTM) que ha fungido como un órgano promotor de México, desde su creación en 1999 ha hecho campañas de promoción en México y el mundo, elaborando materiales audiovisuales, campañas de medios, participación en las principales ferias de turismo e inteligencia de mercado en las diferentes oficinas que tiene en el planeta. En días pasados se difundió en algunos medios de comunicación un informe de la Auditoria Superior de la Federación (ASF) donde se indica que el Consejo de Promoción Turística de México (CPTM) ejerció con opacidad 4 mil 863.9 millones de pesos y su planeación de las estrategias durante 2017 y que fue deficiente. Ahora, se afirma que se seguirá realizando la promoción del país, pero con un gasto más eficiente, aprovechando las embajadas de México en el Mundo. Ahora quedan descobijados los esfuerzos de promoción que realizan las entidades federativas, pulverizando las compañas promocionales ya que el CPTM aportaba el 50% de los recursos a los estados.
La nota la dio esta semana Ana Guevara próxima titular de la CONADE cuando en un medio francés acusó corrupción en la celebración del Gran Premio de México de Fórmula Uno, además de que dijo que se la hacía un evento demasiado caro. Textualmente dijo: “tenemos que encontrar la manera de resolver esta situación, pero no lo será haciendo un impuesto para mantener este evento. En México, hay cosas más importantes porque una gran parte de la población vive por debajo del umbral de pobreza”. “La corrupción en este país ha permitido que el Gran Premio regrese a la Ciudad de México. Hubo muchos sobornos pagados para llevar este evento al circuito de los Hermanos Rodríguez“. Nuevamente, los funcionarios federales se ponen zancadillas entre ellos. Recordar que cuando se negoció el regreso de la Formula 1 a México, era precisamente Miguel Torruco Marqués el Secretario de Turismo de la Ciudad de México. De hecho, fácilmente en medios, se puede comprobar que el 23 de noviembre de 2016, el ahora secretario de turismo de México presumió las cifras de inversión turística del sector privado, en 2016 anunció una inversión de 65 millones para la celebración del Gran Premio de México de Fórmula 1. Ahora se contradice dejando entre ver qué la ocupación hotelera de la ciudad de México quizá se levanta por las celebraciones del Día de Muertos y no por la Fórmula 1.
Así, el nuevo secretario de turismo de México inicia su gestión con un despegue lleno de turbulencias.
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