El pasado 8 de marzo se celebró una vez más el día internacional de la mujer, para conmemorar la lucha de las trabajadoras en Nueva York que demando una jornada laboral de diez horas y que poco a poco esta lucha se expandió al mundo.
En esta ocasión estuvo marcada por lo que se llama las pañoletas verdes símbolo de la demanda por la despenalización del aborto. En meses pasados las mujeres argentinas por miles salieron a las calles para que el parlamento de ese país aprobara la demanda lo que no se logro, a pesar de ello este hecho impacto en todo el mundo, donde el pasado 8 de marzo millones de mujeres salieron con sus pañoletas verdes a demandar que se ponga fin a la criminalización a las mujeres que practican el aborto.
En varios estados del país, la práctica del aborto esta despenalizada parcialmente en diferentes modalidades, solo en la Ciudad de México es legal antes de las doce semanas de embarazo.
Pero el aborto inducido es un asunto de salud pública que el Estado mexicano se niega a reconocer, porque empieza un costo adicional en el sistema de salud.
En todos los 32 estados en México el aborto es legal cuando el embarazo es producto de una violación; en 29 se permite cuando el embarazo pone en riesgo la vida de la mujer; en 10 cuando el embarazo constituye un riesgo severo a la salud de la mujer; en 13 en casos de malformaciones congénitas; en 29 cuando el aborto se produce de manera “imprudencial”; en 11 cuando el embarazo es producto de una inseminación artificial no consentida y en un estado, Yucatán, por razones económicas hasta el 2006, pero a partir de ese año muchos Congresos Locales han reformado la legislación para castigar a las mujeres que abortan lo que constituye un acto punitivo a través de establecer la supuesta “protección de la vida a partir de la concepción hasta la muerte” como acaba de suceder en el estado de Nuevo León dos días antes del 8 de marzo.
El tema del aborto divide la opinión de la sociedad mexicana, pero la lucha de las mujeres sobre este tema tiene como resultados la conquista de derechos, entre ellos en el aborto en las entidades federativas que está parcialmente legalizado y que no se puede poner a consulta como lo declaro López Obrador, aunque después rectifico la secretaría de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, mediante la propuesta de un código penal sobre la materia.
Las interrupciones legales del embarazo realizadas por personal de salud de la Ciudad de México, de acuerdo con el propio Gobierno de la ciudad, desde que es legal (2007), se han realizado 199.230 abortos, esto es, 16.600 abortos al año tan solo en centros de salud.
La legalización del aborto de la Ciudad de México tiene más de diez años que es parcialmente despenalizado, porque la única condicionante es que se realice antes de las doce semanas de gestación.
En el país, la gran mayoría de las mujeres se ponen en riesgo cuando deciden abortar en un contexto en el cual no solo está prohibido, sino penalizado.
Las reformas de estados como Michoacán provocan que cientos de mujeres tengan que desplazarse a la Ciudad de México para poder interrumpir su embarazo. El 47.1 por ciento de las mexicanas que se someten al procedimiento tienen entre 18 y 24 años, seguido del rango de edad entre 25 y 29 años (22.6 por ciento).
De los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo (OCDE), México tiene la tasa de embarazo adolescente más elevada con 77 nacimientos por cada 1,000 mujeres adolescentes, por lo que lleva al país a ser el primer lugar en embarazos adolescentes.
Para atender esta problemática el gobierno puso en marcha la Estrategia Nacional para la Prevención del Embarazo Adolescente (Enapea), el cual consiste en disminuir a cero los nacimientos en niñas de 10 a 14 años y reducir en 50 por ciento la tasa específica de fecundidad de las adolescentes de 15 a 19 años para 2030.
El pasado 8 de marzo, también las mujeres salieron a protestar contra la violencia de género, el acoso sexual, la discriminación y por la igualdad de género entre otras demandas en la agenda feminista, pero quedo marcado por la demanda de aborto libre y gratuito bajo el símbolo de las pañoletas verdes que por cierto causo un enfrentamiento en el seno del Senado de la Republica y la promesa de López Obrador de un código penal nacional para la materia.
