No cabe duda que Estados Unidos es una potencia turística mundial, desde 1995, nuestro vecino del norte se ha ubicado como segundo destino más visitado en todos esos años, con excepción del periodo de 2001 a 2007 en el que se ubicó en tercer lugar. En 2003 registro 41.2 millones de turistas, su cifra más baja desde que se tiene registro, en 2017, la cifra más reciente indica que recibió 76.9 millones de turistas, crecimiento acumulado del 86%. Sin embargo, en la última medición, Estados Unidos pasó del segundo al tercer lugar, superado por España. De seguir esta tendencia, en pocos años, Estados Unidos podría ser superado por China. Sin embargo, si de captar dinero por turismo se trata, Estados Unidos en 2017 captó 210 mil millones de dólares, 16% de todos los ingresos mundiales. Es decir, Estados Unidos captó por ingresos de turismo, la suma de los ingresos de España, Francia y Tailandia juntos. Captó 10 veces más que lo que captó México en el mismo año. No cabe duda que nuestros vecinos del norte saben vender y muy bien.
Pero la noticia es que Estados Unidos está explorando la posibilidad de volver a unirse a la Organización Mundial del Turismo (OMT), recordar que la OMT se creó en 1974 y México fue uno de los principales países promotores de su creación. De hecho, en 1974 las posibles sedes de la OMT serían la Ciudad de México o Madrid o Washington. Por temas políticos, la sede electa fue Madrid. En 1974, Estados Unidos fue de los países miembros fundadores abandonando la Organización en 1979.
Ayer precisamente se terminó la reunión del Consejo Ejecutivo de la OMT que se celebró en Bakú Azerbaiyán. La reunión número 110 del consejo ejecutivo de la OMT reúne en Bakú a los Estados miembros con representantes de los sectores público y privado.
En dichas reuniones participó una delegación de alto nivel del gobierno americano con el interés expreso de trabajar con la OMT y poder fomentar el turismo en todo el mundo.
Enma Doyle, que encabezó dicha delegación junto con el embajador Kevin E. Moley, secretario de Estado adjunto de los Estados Unidos existe un tremendo potencial para que la OMT, con su enfoque en la creación de empleos y la educación, sea un faro de innovación para otras organizaciones internacionales. Los miembros de la OMT acogieron con satisfacción la presencia de los Estados Unidos en la reunión en Bakú como reconocimiento de la creciente importancia del turismo para el desarrollo económico mundial y la de Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, así como un respaldo al liderazgo de esta organización.
Finalmente, La 110ª reunión del Consejo Ejecutivo se produce en un momento en el que la OMT está experimentando un proceso de reestructuración y racionalización. Las grandes prioridades del Secretario General se centran en conseguir una mayor armonización del sistema de las Naciones Unidas en su conjunto, en la sostenibilidad financiera y en el interés por el papel que la innovación, la transformación digital y el emprendimiento pueden desempeñar en el sector mundial del turismo. Definitivamente es una muy buena noticia que Estados Unidos regrese a formar parte de la Organización Mundial de Turismo lo que significaría un reacomodo político ante la fuerza que está adquiriendo China y Rusia.
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