El Altar de Dolores, tradición que se originó en Italia en el siglo XVI, llegó a México en la Conquista, de la mano de la Orden de los Franciscanos, para la evangelización, y que hasta el día de hoy -aunque muy disminuida- sigue presente, advirtió el Licenciado en Letras por la Universidad Nicolaita, Manuel Pedraza, al sustentar la conferencia “La tradición sobre el Altar de Dolores” en el Museo de Arte Colonial.
El promotor cultural y ceramista, habló sobre la permanencia del altar a través del tiempo, haciendo un recorrido muy ligero desde la devoción Mariana, la evolución de la misma y su llegada a México, para la evangelización.
Dijo que en diferentes estados, se sigue con esta tradición, no obstante que cada uno guarda algunas diferencias, aunque en lo fundamental son iguales: “Y tomando como punto de referencia el altar que montamos aquí, podemos observar el sincretismo en la adoración a la Virgen María y los Siete Dolores que sufre, y por parte de lo prehispánico la aportación de las semillas y de la ofrenda hacia la Madre Tierra ya que todas las semillas son bendecidas porque son para la siembra; de ahí muchos de los símbolos que se encuentran en el altar: como la amargura de las naranjas agrias, la manzanilla, el laurel y las frutas, aunque esta tradición se ha venido perdiendo, producto de los cambios en cuanto a la concepción de la religión y de la religiosidad”.
El estudioso dijo también que la tradición en algunas partes casi ha desaparecido, quedando reducida a los altares particulares que montan algunas familias en su casa: “En este sentido las instituciones han jugado un papel muy importante, abriendo las puertas de los museos para preservar, difundir esta tradición, montando altares en los museos, como el caso del Colonial, el Museo del Estado, el Archivo de la Ciudad y los Museos del INAH , dándole un sello cultural, histórico, y turístico”.
El ceramista señaló también que este año es la quinta vez que es el responsable de montar el Altar que durante cuatro años montó en el Museo del Estado y en este 2017, en el Macol con la escultura de la Dolorosa, realizado por él mismo y con material de cera: “Ya que ésta no se oxida, y podríamos decir que si se mantiene en un lugar adecuado puede durar para siempre”.
De igual forma en el Museo de Arte Colonial, se realizó un taller gratuito dirigido a niños para la elaboración con distintos materiales de un Altar de Dolores, y mediante la diversión y convivencia con más infantes, se acercaran y conocieran las tradiciones referentes a Semana Santa.
La respuesta por parte de padres de familia que llevaron de manera gratuita a sus hijos fue positiva, y durante el tiempo que se realizó la actividad, los niños estuvieron acompañados por los encargados del taller, quienes les explicaron la importancia del Altar de Dolores.