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viernes, abril 18, 2025

EL MÉXICO INSEGURO DE LA 4T

leopoldogonzalesquintana

Cuando no hay orden mental ni pensamiento estratégico, hasta los asuntos más elementales se salen de control. Y si esto ocurre con asignaturas menores, con más razón acontece con asignaturas mayores.

Esto le sucede al gobierno de la República, que anda en una variedad de temas inocuos y con muchos fierros en la lumbre, pero no haciendo lo que debiera.

La principal obligación constitucional de un gobierno, así lo dicta nuestra Carta Magna y lo establece el Sistema Nacional de Seguridad Pública, es brindar seguridad íntegra a las personas, a las familias y al patrimonio de los ciudadanos. Esto, además, fue un compromiso reiterado del hoy presidente de la República.

Sin embargo, tras la llegada al poder la tesis de garantizarle seguridad pública de calidad a los mexicanos fue remplazada, igual que otros temas, por lo que es importante y prioritario para el presidente, no por lo que es prioritario y urgente para el país según la constitución.

Los datos dados a conocer recientemente, tanto por el INEGI como por el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, no sólo hablan de la peor crisis de violencia criminal en el México moderno, también indican que esa es la principal realidad envenenada que ha traído consigo la 4T, reconocida así por medios internacionales y gobiernos del exterior.

Las cifras y porcentajes del México rojo son sencillamente espeluznantes.

Las víctimas de homicidio doloso y los feminicidios son los que más se han incrementado en los últimos meses. Esto da como resultado que 97.62 por ciento de personas mueran al día por violencia en México, lo que da un total de casi 3000 homicidios dolosos al mes.

Cada segundo se comete un delito en México y cada 15 minutos se perpetra un asesinato en el país, de acuerdo con el INEGI. La violencia delincuencial se ha incrementado mes con mes y, hasta ahora, julio de 2019 es el más violento de la actual administración.

Uno de cada tres hogares ha sido víctima de algún delito en el último trimestre.

Según Oscar Jaime Bello, Director de Estadística de Gobierno del INEGI, el 78.9 por ciento de los defeños que fueron despojados de su gentilicio sienten que su ciudad es insegura.

Se cometen 6 mil 542 delitos de extorsión por cada 100 mil habitantes en México, pero apenas son denunciados el 4 por ciento porque no se confía en la autoridad, pues la cifra negra de este delito asciende al 96 por ciento.

A pesar de que el presidente sólo ve el país que quiere ver, generalmente un México rosa, la realidad es que hay en el territorio nacional, según INEGI, por lo menos 24.7 millones de víctimas.

Como si lo hubiese pensado y escrito para estos tiempos, el verso de José Emilio Pacheco resulta lapidario y es aplicable a nuestra situación: ”Y es nuestra herencia una red de agujeros”.

El presidente sigue sin entender que el gobierno de un país no radica sólo en la incontinencia verbal de lo “mañanero”; sigue sin entender que para gobernarlo -y gobernarlo bien- se requiere algo más que víscera caliente: Se requieren ciencia y conciencia.

Morena, por su parte, puede seguirse dedicando a descomponer el horizonte nacional, sin reconstruir ni refundar nada. Puede incluso pensar -lo que ya es el colmo- en remover del cargo, con el fascismo del vulgo por delante, a los gobernadores que no le son afines.

Todo esto, sin embargo, no oculta el hecho de que tenemos un “Estado fallido” en materia de seguridad pública. Ahí están las razones, ahí están las cifras.

Pisapapeles

Como recordó mi amigo, Jorge A. Amaral, hace unos días, Sun Tzu dejó escrito en “El arte de la guerra”: “Mientras un hombre enojado puede volver a la calma de nuevo y un hombre ofendido nuevamente alegrarse, un Estado destruido no puede volver a existir ni tampoco los muertos pueden volver a la vida”.

leglezquin@yahoo.com

 

   

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