Democracia no es una palabra que se limite a efectuar un ritual efímero que concluye con el depósito de un sufragio en la urna para legitimar una elección, citar ese formato de gobierno es acudir a su génesis en la antigua Atenas, la urbe de la filosofía clásica, aunque también en la actualidad tiene otros ingredientes. Hablamos de un estilo de vida.
La democracia significa escuchar todas las voces, la polifonía, la disidencia y la discrepancia son naturales en un régimen de libertades, quienes alientan el pensamiento único reflejan una naturaleza autoritaria que toma distancia de las mejores causas.
Ningún gobierno, tenga el origen que sea ideológicamente, actúa bien si excluye las voces discordantes porque la unanimidad no existe y menos en la era de la diversidad que es legítima.
Nuestro país vive una etapa complicada por los altos índices de violencia, inseguridad y ruptura del orden; se persiguen las consecuencias aunque deben atenderse las causas.
Javier Sicilia, poeta y activista social, encabezó durante el gobierno de Felipe Calderón la marcha por la justicia y la dignidad, ello fue útil para visibilizar los alcances de la violencia criminal; actualmente regresó a marchar junto con otros ciudadanos como la familia Lebaron, que fue afectada terriblemente por la delincuencia en Sonora. No fueron recibidos por el presidente Andrés Manuel López Obrador porquen éste argumentó que sería un show.
En la marcha que se efectuó en la capital del país algunos militantes de Morena llenaron de calificativos despectivos a los activistas, aunque no repararon que quienes desfilaban han vivido en carne propia los dramas de la inseguridad porque les fueron arrebatados seres queridos por las garras de la violencia. Ausencia notable de empatía.
Democracia implica escuchar todas las voces, abrir el foro para debatir ideas y no anteponer prejuicios que en muchos casos se originan en el fanatismo. La política no un asunto de dioses sino de seres humanos, nadie es infalible.
El entonces presidente de estados Unidos, Abraham Lincoln, pronunció un célebre discurso el 19 de noviembre de 1863 en Gettysburg, Pensilvania; eso ocurría durante el capítulo histórico de la guerra de secesión norte contra sur. Se trata del ejercicio retórico más breve y significativo de Lincoln, el remate de su intervención duró alrededor de tres minutos y concluía diciendo que no debería desaparecer de la faz de la tierra el gobierno del pueblo por el pueblo y para el pueblo. Precisa descripción de la democracia.
Democracia no significa instaurar el pensamiento único, implica incluir la otredad, respetar y asumir que son muchas las visiones del mundo. Negarlo es dar un salto al vacío.
La disidencia, la discrepancia, las críticas son elementos que deben existir en los regímenes democráticos porque la libertad es un derecho y como tal debe ejercerse. La tolerancia no debe ser acribillada.
Martin Luther King, en su célebre discurso Yo tengo un sueño expresó que se rehusaba a creer que el banco de la justicia estuviera en quiebra. Por ello no debe perderse la capacidad de asombro, porque ello equivale renunciar a la de indignación. La democracia debe ser un estilo de vida.