LA LEY NO SE CONSULTA, SE APLICA
“La demagogia es incompatible con el verdadero sentido y función del gobierno democrático. El demagogo no sólo no soluciona los problemas sociales, sino, por el contrario, los crea, porque es su única forma de gobernar”.
Silvano Santander (1895 – 1971). Político argentino.
La ley no se consulta, se aplica. Si el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador tiene elementos para enjuiciar a ex mandatarios, simple, que presente las denuncias y pruebas correspondientes. No hace falta tanto circo y derroche de recursos.
En su clásico discurso al más puro estilo de la Chimoltrufia, el inquilino de Palacio Nacional está duro y dale con la consulta y a la par, ha señalado que él no participará o que votará en contra. Así lo dijo:
• 6 de febrero de 2020: “Votaría en contra… nosotros no estamos llamando a eso”.
• 28 de junio 2021: “No voy a participar, no voy a votar para que se enjuicie a los ex presidentes”.
Ni él mismo se entiende. Más que la búsqueda de justicia y rendición de cuentas, la consulta del próximo domingo es simplemente un acto más para mantenerse en campaña, para polarizar al país, eso es lo que realmente le gusta a López Obrador. En lugar de gobernar, cortinas de humo, distractores, insultos, justificaciones, circo, maroma y teatro.
Para colmo, el pasado 28 de junio en su mañanera, ufano argumentó que no participaría de la consulta porque está “pensando hacia adelante”. La realidad, es que no hay un solo día que no hable, critique y se justifique en el pasado.
Defiende la participación ciudadana y argumenta que es saludable para la democracia, en lo que seguramente muchos estaremos de acuerdo. Pero deben realizarse para tomar decisiones en temas trascendentales para el país, como lo fue la cancelación del Aeropuerto de Texcoco, donde muy lejos de toda legalidad, llevó a cabo una consulta “patito” para justificar su rencor, su venganza y hasta su incapacidad.
Dicha consulta no se realizó como establece el artículo 35 Constitucional y la Ley Federal de Consulta Popular, tuvo una participación extraordinariamente pobre, de apenas poco más de un millón de mexicanos y así, López Obrador que se siente honesto y respetuoso de la democracia y los marcos legales, pensó que era suficiente y había legitimado su decisión.
Por cierto, hasta el momento, no hay ningún corrupto rindiendo cuentas por el tema de Aeropuerto de Texcoco ni del huachicol, mucho menos por las sospechas de corrupción que investigaciones periodísticas han evidenciado de funcionarios de su gabinete o de sus familiares.
Esa es la realidad. No puede o no quiere con lo evidente y facilito, con todo el poder que tiene, menos contra ex presidentes, en especial Enrique Peña Nieto, con quien son enormes las sospechas de los pactos que prevalecen.
En fin, el próximo domingo 1 de agosto se montará otro circo a nivel nacional, donde preponderantemente participarán los que creen a ciegas en López Obrador, aun así, está claro que no votarán los necesarios para que el resultado sea vinculante.
• Se van a tirar a la basura más de 500 millones de pesos.
• Debe participar el 40 por ciento de los ciudadanos inscritos en la Lista Nominal de Electores, es decir, más de 37 millones de mexicanos.
• Se van a instalar unas 50 mil mesas receptoras del voto, que representan una tercera parte de las instaladas el 6 de junio, cuando votamos más de 48 millones de mexicanos.
Y lo peor, la cantinflesca pregunta que diseñó la Suprema Corte de Justicia de la Nación para cumplir el capricho de López Obrador:
• “¿Estás de acuerdo o no en que se lleven a cabo las acciones pertinentes, con apego al marco constitucional y legal, para emprender un proceso de esclarecimiento de las decisiones políticas tomadas en los años pasados por los actores políticos encaminados a garantizar la justicia y los derechos de las posibles víctimas?”
Como se observa, es la crónica de un fracaso anunciado que el inquilino de Palacio Nacional utilizará para denostar al Instituto Nacional Electoral (INE) y a los medios de comunicación, a la par que se mantiene en campaña y polarizando al país.
¿Alguna vez se dedicará a gobernar? ¿Alguna vez buscará realmente impulsar la rendición de cuentas y acabar con la corrupción?
Con la esperanza de que haya una próxima vez… me despido, gracias.
cmongem@hotmail.com