¿No hay opciones?
“Donde hay poca justicia es un peligro tener razón”… Francisco de Quevedo y Villegas (1580 – 1622). Escritor español.
Sólo por arribar bajo la tutela del ex comisionado Alfredo Castillo Cervantes, en uno de los momentos más desafortunados e inseguros de Michoacán, José Martín Godoy Castro logró conquistar una animadversión prácticamente de manera inmediata.
Pero a ese, digamos, prejuicio local, hoy se suman muchas más sospechas e inconformidades ciudadanas, sustentadas en actuaciones deficientes de la procuraduría, que adicional a su lentitud y opacidad para manejar cualquier cantidad de temas, se le acumula el gusto por los “chivos expiatorios”.
Apenas el pasado sábado se desahogó la audiencia encabezada por el juez de control Mauricio Cruz Navarrete, donde el presunto culpable del homicidio de Oscar de la Torre, salió en libertad, porque la Fiscalía no logró acreditar NINGÚN elemento que confirmara que el joven Miguel Ángel M., tuvo relación con el asesinato del padre de la actual diputada tricolor, Rosa María de la Torre.
Y eso que en comunicado del 29 de mayo, la Procuraduría de Justicia estatal señaló que “durante los trabajos de investigación, el día en mención accionó un arma de fuego en contra de Oscar G. D. M.” El comunicado destacó además que “se identificó a la persona que habría accionado el arma, por lo que solicitó orden de aprensión, que fue obsequiada por el juez de control y cumplimentada por los agentes ministeriales”.
En rueda de prensa posterior, el propio Martín Godoy señaló que el motivo del asesinato de Oscar de la Torre fue una discusión en torno al estacionamiento de vehículos en la vía pública. Ahora, tras la audiencia del pasado sábado, resulta que no hubo altercado y que “lo que está acreditado en la carpeta, es una ejecución”, así lo señaló el abogado defensor Ignacio Mendoza Jiménez.
Simple, si la Fiscalía no pudo reunir las pruebas para vincular a Miguel Ángel a proceso, no hay mucho más que decir. Es evidente la incapacidad y/o corrupción con que se maneja la Procuraduría de Justicia de Michoacán. Y eso que presumieron que quienes ahí trabajan ya fueron capacitados en el Nuevo Sistema de Justicia Penal; así que ante las condiciones por las que atraviesa Michoacán, su trabajo debería ser ejemplar para no causar más desconfianza de la que ya existe entre la población.
Se imagina usted estimado lector, si con semejantes deficiencias e ineficacia trabaja la Procuraduría en asuntos que mantienen el interés mediático, ¿qué pasará con todos aquellos casos que no tienen seguimiento de los medios de comunicación? ¿Cuántos chivos expiatorios más habrá vinculados a proceso o ya de plano en la cárcel?
Y sin embargo, Godoy Castro señaló que “la Fiscalía en primera instancia va a apelar esta resolución para que sea un magistrado el que valore la resolución emitida”. Y argumentó que su “acusación está basada en evidencias técnicas y no en la confesión del probable” culpable.
Semejante situación obliga a recordar otro ejemplo de la mala actuación de la Procuraduría, cuando tres policías estatales, como primeros respondientes, participaron en la integración de un expediente plagado de irregularidades, para responsabilizar de la quema de un vehículo, el 15 de agosto de 2016, a los jóvenes normalistas Evelia, Karina y Alexis.
Para fortuna de los detenidos, también el juez de control Mauricio Cruz Navarrete, consideró que hubo simulación en los delitos de “ataque a las vías de comunicación y daño a las cosas”, por lo que resolvió dejarlos en libertad, gracias a la intensa y oportuna participación del papá de una de las detenidas, que logró presentar pruebas contundentes de la inocencia de su hija y sus 2 compañeros.
Entre muchos otros temas pendientes, la Procuraduría General de Justicia de Michoacán, ha quedado a deber también en el tema del compañero periodista desaparecido el pasado 18 de mayo, Salvador Adame Pardo.
En fin, ya sea por el arribo a Michoacán bajo el cobijo del Comisionado Alfredo Castillo, por los errores cometidos en investigaciones como las antes señaladas o por el cúmulo de sospechas en torno a él y todo su séquito de funcionarios, ministeriales y etc., que llegaron del Estado de México, Martín Godoy le acumula bastante carga negativa al gobernador Silvano Aureoles Conejo.
Las dudas inminentes ante semejante escenario son:
- ¿Aureoles Conejo mantendrá a Godoy Castro pese a todo, por lo menos hasta que sea inevitable nombrar al Fiscal estatal, aunque deba esperar los trámites pertinentes en el Congreso local?
- ¿Será todavía un protegido de Castillo Cervantes o incluso del Presidente Peña Nieto y entonces el gobernador michoacano está atado de manos?
- ¿O de plano no hay nadie mejor para suplir a Martín Godoy?
- ¿Será que entre los que hay posibles, ninguno quiere?
- ¿Incluso, será que Silvano Aureoles considera que el procurador que le heredaron le da buenos resultados?
Con la esperanza de que haya una próxima vez… me despido, gracias.