El talento depende la inspiración, pero el esfuerzo depende de cada uno
Joseph Guardiola (1971-?) Futbolista y técnico español
A la espera de que los astros se acomoden y la combinación de resultados sea favorable para el Morelia, y con ello logre la ansiada salvación para no perder la categoría, sería sano, si es que no lo ha hecho ya, que la empresa propietaria del equipo, TV Azteca de Ricardo Salinas Pliego, se decante por desprenderse del mismo, y lo entregue a un particular u otra empresa que sí vea como compromiso la estructura de un club en toda la extensión de la palabra, comenzando por armar un cuadro protagonista, no orientado sólo a pelear casi indefinidamente el no descenso.
Más allá de su primera etapa, lo cierto es que en los últimos cinco o seis años TV Azteca claramente perdió el interés por el equipo moreliano, dejándolo casi a su suerte, a la deriva. La sola designación de un improvisado como presidente, Álvaro Dávila, habla de la mínima importancia que para esa empresa tiene el equipo.
Ha sido un quinquenio de contrataciones de jugadores baratos, y por ser baratos, sin el nivel suficiente para garantizar un protagonismo. El resultado es obvio: a falta de calidad, el equipo tiene que pelear lo único a lo que aspira, es decir, a no descender.
Con TV Azteca pareció volver a cobrar vigencia aquella arenga de los sesenta y setenta que venía desde la tribuna: “¡al empate, Morelia”! Y sí, era al empate la porra, porque invariablemente el equipo local iba abajo en el marcador contra el rival que fuera. Entonces, toda la esperanza era alcanzar, casi nunca ganar. En los años recientes, el Morelia se volvió un equipo que aspira al empate, mediocre, gris, incapaz de pelear títulos –de los importantes, claro, no de los de Copa, que todos desdeñan. Su única expectativa se volvió salvarse cada torneo de no descender.
El futbol de primera división en México es un enorme negocio. Tanto, que da para pagar sueldos de millón y hasta dos millones de pesos al mes a clubes como Tigres, Monterrey, América, Cruz Azul, Toluca o Tijuana. Equipos que con enormes nóminas, lejos de perder, ganan muchos más millones de lo que invierten, lo que prueba que el negocio es altamente redituable. Es cuestión de tener esa visión, de verlo como eso, como negocio, y hacer lo indispensable para que lo sea: invertirle primero. Nadie puede esperar dividendos sin antes invertir. Jamás. Ni en el futbol ni en ninguna actividad.
Si Salinas Pliego se cansó del Morelia, que lo venda. Sin duda, habrá quien entre al quite, insisto, porque el futbol de primera división es suculento plato en términos de rentabilidad económica. Alguien que dimensione la importancia de un equipo en el terreno social, político, cultural, económico, de imagen para un estado, para la capital, y que entienda que la suma de todos esos elementos le brindará un enorme negocio.
Todo ello, claro, en el supuesto de que el Morelia mantenga la categoría, porque si desciende, adiós a todo ese contexto, adiós a todas esas alternativas. El panorama sería otro muy distinto, que espero sinceramente no se presente. Veremos. jaimelopezmartinez@hotmail.com, twitter@jaimelopezmtz>