La primera obligación de un gobierno es hacer justicia legal y proteger con la justicia moral:
Francisco Bulnes (1847-1924) Político mexicano
A la luz de la configuración de la nueva relación de Estados Unidos con México, parecen soplar vientos que obligan a encender las alarmas en el sureste mexicano, refugio de Andrés Manuel López Obrador.
El mensaje inusitadamente belicoso del embajador Ken Salazar en contra del expresidente, es solo un elemento más para entender que su futuro no parece ser particularmente favorable. Dijo Salazar este miércoles: los abrazos a los delincuentes no funcionaron; las masacres y el empoderamiento criminal es inaceptable; AMLO no solo no aceptó cooperación norteamericana contra la criminalidad, sino que originó que se ahuyentaran inversiones.
De ser su gran “amigou”, casi su “bro”, Salazar pone ahora en el banquillo de los acusados a López Obrador, a quien debe preocupar saber que los señalamientos no son personales, sino reflejo de lo que está por venir a partir de enero, cuando Donald Trump vuelva a la Casa Blanca.
La designación de Marco Rubio como secretario de Estado de Trump, debe ser otro motivo de insomnio para López Obrador: Rubio le tuvo siempre como un narco presidente. El mismo Trump ha advertido que llegará con la espada desenvainada contra los narcos mexicanos y contra quienes los protegen. Y todo apunta a que en esta ocasión no amenaza en balde.
Hay fuertes versiones de que el gobierno de Claudia Sheimbaum estaría maniobrando para entregar a Trump la cabeza del gobernador sinaloense, Rubén Rocha Moya, para salvar la de López Obrador. Es rumor, pero de que tiene elementos para ser real, no hay mucha duda. Habría que ver si EU acepta que le entreguen un peso mediano, o de plano va por el completo.
Como sea, es un hecho que aquello de irse a descansar a La Chingada, casi convertirse en un monje tibetano alejado de toda práctica pública, puede venirse abajo en cualquier momento. Suenan tambores de guerra en el sureste mexicano, provenientes del norte. Es de suponerse que AMLO los ha escuchado ya, de ahí, quizá, su repliegue mediático, casi hasta la desaparición completa del escenario político.
Parece próximo un vendaval. Un tsunami se le parece venir al tabasqueño. Si no, al tiempo. X@jaimelopezmtz