Leyes hay, lo que falta es justicia
Ernesto Mallo (1948-?) Escritor argentino
Sorprende que parezca tan difícil vislumbrar qué hay en el fondo de la decisión del presidente López Obrador, al ordenarle a sus diputados meterle un tijeretazo al presupuesto y a los fideicomisos del Poder Judicial. Francamente no veo lo complejo del asunto.
¿Qué busca el tabasqueño?, ¿venganza porque la Corte le ha dado revés a sus principales decisiones? Sí, pero no es lo medular. ¿Quedarse con los quince mil millones de pesos que contienen los trece fideicomisos, que los diputados están a punto de cancelar? Sí, también, pero igualmente no es lo relevante.
¿Entonces? Pues nada, lo que el presidente busca en verdad es ganar una batalla mediática y política y, por ende, electoral. Veamos: la Cámara de Diputados, con su mayoría cuatroteísta, votará que trece de los catorce fideicomisos que maneja el Poder Judicial, se extingan, y sus quince mil millones de pesos sean reintegrados a la Tesorería de la Federación. Y votarán así, porque López Obrador así lo ha ordenado.
Pero la oposición ya anunció que en cuanto se tome esa decisión, interpondrá de inmediato una controversia constitucional ante la misma Corte para tratar de echar abajo la extinción de los fideicomisos. Obviamente, la Corte anulará la medida.
Por supuesto, el presidente sabe que eso sucederá, pero con un perfecto cálculo político juega esa carta “perdedora”, que en el fondo se volverá ganadora. La Corte votará en su propio favor y mantendrá sus fideicomisos, sin duda, pero al hacerlo López Obrador saldrá ganando, porque tendrá más argumentos para mantener viva su lucha contra el Poder Judicial y sus “canonjías millonarias”.
Esa resolución seguramente se dará cerca ya de las elecciones, lo que le dará a él y a la 4T gasolina para seguir dinamitando a jueces y magistrados, en su búsqueda por eliminarlos de un plumazo en cuanto, como suponen, arrasen en las elecciones y tengan mayoría en las dos cámaras para modificar la Constitución.
La cantaleta de que para terminar con la corrupción judicial hay que hacer que jueces y ministros sean electos por el pueblo bueno y sabio, tendrá más argumentos cuando se echa abajo la desaparición de los fideicomisos.
Claro que López Obrador diseñó esa estrategia sabiendo el desenlace. Para no variar, perdiendo, volverá a ganar. Si no, al tiempo.
Y a la pesadilla ya solo le quedan 354 días.
X@jaimelopezmtz
