Los dictadores pueden reformar las leyes, pero no las costumbres
Jacinto Benavente(1866-1954) Dramaturgo español
Sin revelar nombres, el Vocal Ejecutivo del INE en Michoacán, David Alejandro Delgado, precisa que en el arranque de las campañas de candidatos a cargos federales de elección popular, diputados y senadores, tres de los primeros han solicitado protección al sentirse amenazados para realizar sus actividades proselitistas.
Por ser aspirantes a diputaciones federales y senadurías, los protocolos de seguridad corren por cuenta del INE y del gobierno federal. Es de suponerse que serán medianamente eficaces porque hay el número suficiente de elementos policiacos para cumplir esa tarea, amén del conocimiento respectivo. Lamentable que los candidatos deban hacer uso de protección policiaca o militar para sus recorridos en busca del voto, pero refleja la realidad mexicana: elecciones pasadas bajo el tamiz de la narco violencia, por más que el gobierno trate de eludirla.
Pero me parece que el verdadero reto y problema radica no en las campañas de candidatos a diputados federales y senadores, sino a legisladores locales y, sobre todo, a alcaldes.
Y es que los cárteles regionales en realidad tienen solo la mira puesta en los gobiernos municipales. De poco o nada les es de utilidad una diputación, ni federal ni estatal, menos una senaduría. Para sus actividades delincuenciales les es imprescindible que los alcaldes y los jefes policiacos sean “amigos”, y para ello se aseguran de que ganen quienes así lo deciden los jefes de plaza.
Y a los candidatos locales la responsabilidad de protegerlos es de la Guardia Civil, pero ésta enfrenta hoy un desprestigio tal que no parece que a nadie le genere la menor confianza ser “protegido” por elementos de esa corporación, más enfocada en extorsionar a vecinos de fraccionamientos privados y en matar conductores de vehículos particulares.
Así, en menudo problema estarán en su momento los candidatos a alcaldes: hostigados por los cárteles y “protegidos” por una corporación sin crédito alguno. Será la tormenta perfecta para ellos. Pero es lo que hay.
Y a la pesadilla ya solo le quedan 212 días.
X@jaimelopezmtz