Cuando hayas de sentenciar, procura olvidar a los litigantes y acordarte solo de la causa
Epicteto de Frigia (55-135) Filósofo griego
En Palenque, allá en el deforestado sureste mexicano a causa del Tren Maya, tuvo lugar este fin de semana una cumbre de mandatarios muy sui generis: varios de los convocados no pueden eludir el título de dictadores y el tema central fue el fenómeno de la migración en sus países, fenómeno que es resultado, en mucho, precisamente del sistema dictatorial que priva en esas naciones.
Andrés Manuel López Obrador convocó a los presidentes de Venezuela, Cuba, Colombia, Honduras, Ecuador, Guatemala y Haití, para abordar, según el parte oficial, la problemática de la creciente migración de esos países sobre todo a Estados Unidos, pero que obligadamente pasa por México, que por supuesto tiene su propio fenómeno a cuestas.
Primero, no puede pasar desapercibido el hecho de que al menos dos de los mandatarios asistentes sean rotundos dictadores y uno más esté a nada de serlo. El venezolano Nicolás Maduro y el cubano Jorge Díaz Canel no pueden ser etiquetados más que de esa forma, y el otro es el propio López Obrador, con un tufo dictatorial que apenas medio puede ser contenido, pero que se solaza, se siente a sus anchas con ese tipo de personajes.
Y en segundo lugar, debe resaltarse que justamente la incontrolable migración de esos países hacia el norte del continente, en mucho es resultado de regímenes dictatoriales. Baste el caso venezolano: se estima en unos seis millones de personas que han huido de su país a causa de los horrores de la dictadura de Hugo Chávez, primero, y de Nicolás Maduro ahora. Y ni hablar de la otra dictadora de la región, esa ya de seis décadas, la cubana, que si no arroja tantos migrantes es porque sus habitantes son impedidos de huir por el régimen. Los que lo hacen es porque lograron burlar el cerco gubernamental y arriesgarse a morir en el océano antes de llegar a Miami.
¿Qué demonios pueden “analizar”, o “debatir” o “proponer” como alternativas a la migración, dictadores que propician la huida de sus connacionales por la antidemocracia y el subdesarrollo al que han metido intencionalmente a sus pueblos? Intencionalmente, porque es claro que para que una dictadura se consolide y alargue en el tiempo, debe mantener en la pobreza a su pueblo. El chiste se cuenta solo por lo que hace al objetivo de la cumbre de Palenque.
Y hablando de chistes, otro: México se ha comprometido, como parte de los acuerdos de la Cumbre, a socializar sus programas insignia de combate a la migración, Sembrando Vida y Jóvenes Construyendo el Futuro, cuando ambos son un absoluto fracaso y fuente inagotable de corrupción.
Y ya que estamos en guerra de chistes, México lidera el acuerdo que contempla buscar la autosuficiencia alimentaria en la región, cuando aquí tenemos que importar hasta el maíz; pugnar por la protección del medio ambiente, cuando mientras estampaban su firma los mandatarios podían ver a su alrededor el ecocidio causado por el Tren Maya; y la joya de la corona: la lucha contra el crimen organizado, impulsada por López Obrador en el papel, y que en los hechos significa un cruel contrasentido, a la luz de la connivencia de su gobierno con la criminalidad.
Sin duda, cumbre de dictadores y cumbre de cuenta chistes.
Y a la pesadilla ya solo le quedan 344 días.
X@jaimelopezmtz
