Creo en la democracia porque da rienda suelta a las energías de todo ser humano
Thomas Woodrow Wilson (1856-1924) Político norteamericano
Silvano Aureoles tomó una decisión sensata: suspender el acto posterior a la entrega por escrito de su segundo Informe, el cual estaba previsto para desarrollarse en el Palacio Clavijero el próximo domingo al medio día.
Ahora solo enviará su documento al Congreso o quizá lo lleve él mismo y se acabó. El acto del «Día del Gobernador» se canceló, para no enviar una señal equivocada de prioridades públicas, cuando el país entero está enlutado.
La medida, desde luego, es sensata, de sentido común, e injusto sería no reconocerlo, más allá de que por lo general los políticos no suelen tomar decisiones cuerdas.
Ahora, corresponde a los diputados tomar una medida en la misma ruta de la sensatez; ellos ya tienen programada una fastuosa reunión dominguera, en la que, con el pretexto del Informe, en realidad lo que pretenden es aprovechar el foro y los reflectores mediáticos para fijar posiciones tan insulsas como pesadas: posiciones, discursos y peroratas que nadie interesan, que nadie lee ni sigue en los medios.
Ahora, no sólo porque ya Aureoles dio el primer paso, los legisladores bien harían igualmente en enviar un mensaje que evidencie que tienen sensibilidad política y social: lo sensato es abandonar por ahora el formato contemplado para el domingo y organizar una sesión austera en la que reciban el Informe y es todo; así de fácil, así de complicado.
¿Serán capaces?
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