En un sistema que niega la existencia de derechos humanos básicos, el miedo está a la orden del día.
Aung San Suu Kyi (1945-?) Política birmana
Hasta ahora, Alfonso Martínez había sido cauto en extremo al hablar de sus aspiraciones al gobierno del estado. Este lunes, se refirió por primera ocasión a esa posibilidad.
Sin que mediara cuestionamiento periodístico, el alcalde señaló: “voy a seguir trabajando para seguir dando resultados a Michoacán desde el municipio que me corresponde, que es la capital”.
Evidentemente, el comentario de Martínez no fue accidental, sino premeditado. Lo hace justo días después de ganar holgadamente la reelección, con el peso político que ello genera, máxime en medio de la catástrofe que fue para la oposición el dos de junio. Martínez se convirtió en el garbanzo de a libra que hoy lo pone en la carrera por el 27, pero hasta adelante en la fila.
Hay que decirlo: en la oposición nadie le disputa ese sitio, pero tampoco parece encontrar, al menos por ahora, un rival de su peso en la misma 4T. De ahí la preocupación en Casa de Gobierno, desde donde se ha girado la instrucción a los próximos diputados morenistas, para arrinconarlo, presionarlo, hostigarlo y, de ser necesario, inventarle cargos de cualquier índole.
A eso y más deberá enfrentarse Martínez en su tercer paso por la Alcaldía capitalina, pero por lo pronto ya brincó de la cautela al protagonismo. No será un alcalde más, será el que buscará la candidatura opositora al gobierno en el 27, el que la labrará desde el ayuntamiento.
Así, ya podemos prepararnos para una gestión torpedeada por el gobernador y por sus diputados, porque en buena lid, ya lo comprobó el mandatario, no tiene alfil para la sucesión, ni dentro ni fuera de su gobierno. Así de ineficaz ha sido.
Y a la pesadilla, a la actual, ya solo le quedan 112 días.
X@jaimelopezmtz