Las promesas de ayer de los políticos son los impuestos de hoy
William L. Mackenzie (1795-1862) Periodista canadiense
Pío, Martinazo, Casa Gris, Felipa, el cártel de Andy, Bartlett, Segalmex, sobre costos de Dos Bocas y de Tren Maya, inutilidad del Felipe Ángeles, Insabi, INE, INAI, Corte, niños con cáncer, desabasto de medicinas, prohibición gubernamental para adquirir vacunas Pfizer y medicamentos para tratar el Covid, López Gatel, los Chapitos, Crescencio Sandoval, etcétera, etcétera, etcétera….
Con una lista así de grande y de escandalosa, se entiende por qué el presidente López Obrador jamás va a conceder una entrevista a Carlos Loret de Mola. Inevitablemente, esos y varios más, serían los temas que el periodista abordaría en un hipotético encuentro con el presidente.
Loret lanzó este jueves un reto al mandatario: una entrevista uno a uno en Latinus o en Palacio Nacional, donde el presidente quiera y a la hora que quiera. Es evidente que ese ejercicio nunca tendrá lugar, primero porque López Obrador no acepta entrevistas que no estén debidamente “amarradas” en los términos que a él le convienen, y eso solo puede darse con periodistas “amigos”, y segundo, porque aún si hiciera una excepción y aceptara una entrevista con un periodista independiente, con el último que la haría sería con Loret.
El planteamiento del comunicador yucateco se dio en una especie de respuesta al que hora antes había formulado el presidente al propio periodista: intercambiar bienes y propiedades. Ello, en la alusión que siempre hace el presidente respecto de los bienes del que, para él, es su principal archirrival. El ridículo reto presidencial tuvo como respuesta una posición profesional y mesurada de Loret.
El exabrupto del mandatario le salió caro, porque Loret lo ha arrinconado con su invitación para una entrevista “uno a uno”. Es perder-perder para aquel: si acepta, será tundido por lo escabroso de los temas; si no acepta, quedará como un político sin los arrestos para confrontar a un periodista crítico. En contra partida, para Loret es, otra vez en su tormentosa relación sexenal con el presidente, ganar-ganar.
Y a la pesadilla ya solo le quedan 517 días.
twitter@jaimelopezmtz