Quien hace política, pacta con los poderes diabólicos que acechan a todo poder.
Max Weber (1864-1920) Filósofo y economista alemán
El Consejo Político Nacional perredista avaló este domingo que su partido busque una gran alianza prácticamente con quien sea, para dar paso a la conformación del Frente Amplio Democrático.
Para gente como Silvano Aureoles o Alejandra Barrales, en el PRD, pero también como Ricardo Anaya, Margarita Zavala o Rafael Moreno Valle en el PAN, u otros que se supone adolecen de militancia partidista como Miguel Mancera, el que el FAD se perfile ya como un hecho, es sin duda un logro político para nada de poca monta.
Lo más probable es que ninguno de ellos a final de cuentas encabece dicho frente, sobre todo si entre perredistas y panistas se acendra la sensata tesis de que lo ideal, para efectos de viabilidad, será ir a la búsqueda de un candidato presidencial apartidista, lo que implicaría que Aureoles, Anaya, Moreno, Zavala y Mancera tendrían que arriar sus propias banderas.
Es decir, para todos los ideólogos del «frentismo», su aportación será justo esa, la de haber empujado por una alianza impensable hasta no hace mucho, pero que no pocos la vemos como la última oportunidad para refundar este país, antes de que siga enfilado rumbo al precipicio de la corrupción, por una parte, y al del peligrosísimo populismo, por otro.
Porque para que tenga viabilidad y lógica, panistas y perredistas deberán hurgar entre la sociedad apartidista para buscar un candidato presidencial: claramente uno azul o amarillo haría fracasar la alianza y por ende llevaría al naufragio la expectativa de un cambio real.
Cierto, cada uno de los ideólogos del FAD hará su lucha por sí mismo para encabezar la candidatura presidencial; de entrada, es entendible, son políticos y los políticos buscan el poder.
Empero, el talante democrático del que presumen todos ellos, y que hasta ahora al menos en esta coyuntura estarían validando con la inminente creación del FAD, será puesto a prueba cuando asuman la realidad y tomen conciencia de que si dicho esfuerzo aliancista puede tener futuro, será entregándolo a la sociedad civil, a través de un perfil apartidista, honesto y preparado.
Si no, todo el esfuerzo y el tiempo para diseñar un frente de esa naturaleza habrá sido perdido. Al tiempo. jaimelopezmartinez@hotmail.com twitter@jaimelopezmtz