Los tiempos de los gobiernos son muy cortos, y los de la delincuencia largos y azarosos:
Álvaro Uribe Vélez (1952-?) Presidente de Colombia
La campaña mediática del gobierno de Estados Unidos en redes sociales y televisoras mexicanas, tratando de desalentar la llegada de potenciales delincuentes a su país, parece el pretexto perfecto que necesitaba la 4T para comenzar a cerrar la pinza de la instauración de una dictadora, limitando a los medios de comunicación.
Primero en redes sociales y luego en Televisa y Televisión Azteca, el gobierno de Trump ha contratado publicidad para posicionar la advertencia de su secretaria de Seguridad, Cristi Noem, a todo aquel criminal extranjero que esté considerando ingresar ilegalmente a su país, porque “lo cazaremos”.
Las leyes mexicanas que regulan la difusión de mensajes de ese tipo en los medios concesionados por el Estado, son ambiguas. Por tanto y en estricto sentido, ese mensaje no viola ninguna norma. Empero, la presidenta Sheinbaum ordenó a la Secretaría de Gobernación y al Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación, enviar un oficio a las televisoras que fueron contratadas por el gobierno norteamericano, a través del cual “les invita” a retirar del aire ese material, so pretexto de que en México están prohibidos los mensajes que estigmaticen o denigren a cualquier persona.
El spot no estigmatiza ni denigra a nadie, menos a un mexicano. Hace alusión a “todo extranjero” criminal que esté pensando en ingresar a ese país para delinquir. En ninguna parte hay algo que pudiera siquiera rozar el lindero de la estigmatización de nadie, pero al gobierno de Sheinbaum le ha caído como anillo al dedo para justificar la necesidad de regular lo que los medios de comunicación pueden o no publicar.
Por lo pronto ya anunció que enviará al Congreso una iniciativa con ese fin. Solo las dictaduras regulan los mensajes de los medios y emplean cualquier pretexto. La de la 4T encontró rápido el suyo.
Ya controla al Poder Legislativo, a partir de junio lo hará con el Judicial. Ya eliminó a los organismos autónomos para asegurarse que no haya ningún tipo de contrapeso ni de equilibrio. Ahora el Ejecutivo se apresta a dar el golpe que le faltaba: controlar a los medios de comunicación. Ya tiene el pretexto, ahora lo usará como argumentación para su iniciativa de terminar con la libertad de expresión. Si no, al tiempo. X@jaimelopezmtz
