Ninguna forma de comunismo que lleve a una dictadura, produce una sociedad más próspera.
Charles E. Wilson (1890-1961) Secretario de Defensa de Estados Unidos
La del domingo será también una lucha entre encuestas o, por mejor decir, entre las firmas que las realizan. Y en muchos sentidos, está en juego su credibilidad.
Los resultados diametralmente opuestos que presentan las diferentes firmas, obligan al recelo: es evidente que entre una que predice el triunfo de la oficialista Claudia Sheimbaum por 20 puntos, y otra que habla de empate técnico con Xóchitl Gálvez o hasta de dos puntos a favor de la opositora, no hay nada en común, una está absolutamente sesgada.
Y ahí, dicen los expertos, no hay sino tres sopas: quien quede exhibido el dos de junio con sus encuestas, lo hará por incompetente, por prostituir su trabajo y venderse al mejor postor, o bien porque no supo leer adecuadamente los escenarios, en los que factores como la inseguridad, el temor a perder una pensión, la resistencia a tomar llamadas telefónicas de números no registrados o a abrir la puerta a desconocidos, además de la negativa a dar a conocer el sentido del voto, son cada vez definitivos.
Como sea, el domingo está en juego el prestigio de las casas encuestadoras y evidentemente no todas pueden salir bien libradas. Es claro que muchas se habrán equivocado de manera obscena y ello irá en demérito de su nombre.
Veremos cuáles sobreviven y cuáles naufragan el domingo.
Y a la pesadilla ya solo le quedan 137 días.
X@jaimelopezmtz