La diferencia entre una democracia y una dictadura, es que en la democracia puedes votar antes de obedecer las órdenes.
Bukowsky (1920-1994) Escritor estadounidense
¿En verdad suponen los “estrategas” de la comunicación bedollista que comprando encuestas mejorará la imagen del gobernador?
No sé en cuánto se coticen actualmente las encuestas a modo, a gusto del cliente, pero no deben
ser nada económicas. Algunos cientos de miles, sin problema.
Que Alfredo Ramírez Bedolla es el séptimo gobernador mejor calificado, ni un párvulo lo cree. Lo que haya gastado la jerarquía comunicacional del bedollismo, es dinero tirado a la basura, pero además es un embuste, una patraña propia de “estrategas” acostumbrados a trabajar para dictadores y populistas, expertos en manipulaciones y campañas negras, la de alcantarillas.
Encuestas serias, no compradas, ubican al michoacano entre el vigésimo y el vigésimo quinto sitios entre los gobernadores mejor evaluados, rango mucho más congruente y realista en función de la nulidad de resultados que entrega a la mitad de su gestión.
El mejor termómetro sobre la opinión de los michoacanos respecto de su gobernador, puede ubicarse cuando éste sube a redes algún comentario o video: de cada diez comentarios, nueve constituyen una verdadera vapuleada en su contra, en términos nada comedidos. Y eso que también ahí se trata de incidir con comentarios artificiales.
Supongo que como todo gobierno, el de Bedolla contrata encuestas sistemáticas para conocer su realidad, esas sí de verdad. El resultado no debe ser nada positivo, pero esas se guardan con doble candado. Por eso, hay que contratar otras a modo, para justificar, o tratar de justificar, las millonadas que a Janitzio le ha autorizado el gobernador, buena parte de las cuales deberán ser rastreadas en cuentas personales. Que nunca caiga una auditoría ahí, porque hay quien no saldría bien librada.
Y a la pesadilla, a la actual, ya solo le quedan 54 días.
X@jaimelopezmtz
