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sábado, noviembre 23, 2024

ENCUESTAS: EL QUE PAGA, ¿MANDA?

Una encuesta no es un sustituto para el pensamiento
Warren Buffett (1930-?) Empresario estadounidense

Luis Carlos Ugalde ha presentado en su cuenta de X una recopilación de escenarios electorales desde el 2000 al 2018, basados en las expectativas de triunfo que le daban a los candidatos las diferentes encuestas, y más allá de que ya ha quedado claro que éstas realmente casi nunca se corresponden con los resultados, verlas en conjunto echan por tierra el triunfalismo oficial en esta ocasión o, al menos, lo ponen en entredicho.

Veamos lo que nos recuerda Ugalde: en el año dos mil, el candidato priísta Francisco Labastida mantuvo toda la campaña un promedio de 47 % de intención de voto, y finalmente solo alcanzó el día de las elecciones, un 36 % de sufragios. Perdió once puntos porcentuales en la campaña y el ganador Vicente Fox ganó casi cuatro, lo que derivó en el triunfo de éste. La variación fue del 10.5 por ciento.

Luego, en marzo de 2006 Andrés Manuel López Obrador tenía una intención de voto del 41 por ciento, pero terminó alcanzando sólo el 35.3. Felipe Calderón subió del 31 al 35.9, para una variación del 14.8 por ciento.

En marzo de 2012, las encuestas daban al priísta Enrique Peña Nieto 45 por ciento de intención de voto, pero solo alcanzó 38.15 por ciento. En cambio, López Obrador tenía 22 por ciento, y subió a 31.6 por ciento, para una variación de 16.49 por ciento.

En 2018, el panista Ricardo Anaya tenía en marzo una intención de voto del 32 por ciento, pero terminó con 22. López Obrador tenía 42 y ganó con 54.2, para una brutal variación de 21 puntos.

Y si se quiere un caso internacional de estos días: en las elecciones legislativas de Portugal, las encuestas pronosticaban una aplastante victoria del Partido Socialista con un 31 por ciento, y al partido conservador, llamado Chega, solo le daban trece puntos. Abismal la diferencia. Pero a la hora de la hora, Chega ganó con 31 por ciento.

Moraleja: hay que tomar con la mayor prudencia posible las encuestas, porque por alguna extraña razón, supongo que muy ligada a un tema de corrupción, prácticamente nunca aciertan a la hora de la hora. ¿Será así en esta ocasión?

Reflexión para cerrar: la máxima de que el que paga, manda, ¿aplica para las encuestas?

Y a la pesadilla ya solo le quedan 202 días. X @jaimelopezmtz@hotmail.com

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