En todos los hombres está presente la corrupción; solo es una cuestión de cantidades.
Carlo Dossi (1848-1910) Ensayista italiano
Juan Bernardo Corona, secretario de Seguridad Pública, asegura que los elementos policiacos que privaron de la vida a un supuesto asaltante en febrero en calles morelianas, están separados de sus cargos y puestos a disposición de la Procuraduría General de Justicia para que ésta delimite si se les debe procesar penalmente por el hecho o actuaron siguiendo protocolos.
Nada claro parece el caso, porque el asunto se conoció apenas la noche de este martes al difundirse en televisión nacional un video en el que se evidencia que policías estatales disparan por la espalda a un sujeto, que supuestamente momentos antes había asaltado un negocio.
En la información del noticiero nacional se asegura que el supuesto delincuente no iba armado y que los policías siguen trabajando normalmente porque nunca se abrió una carpeta de investigación en la procuraduría michoacana.
Entrevistado horas después, Corona rechaza que los policías involucrados trabajen como si nada hubiera pasado, al estar separados provisionalmente en tanto la procuraduría indaga.
Si esto es así, hay una lentitud pasmosa en dicha investigación: luego de seis meses no se resuelve nada; una lentitud que hace presumir impunidad para los policías.
Corona no aventura si fue un exceso de sus subalternos si se comprueba que el supuesto ladrón iba desarmado, pero todo apuntaría a ello.
La pregunta, me parece, no es si nuestros policías están preparados para enfrentar ese tipo de eventos: no tengo duda de que lo están, sino si acatan protocolos y normas de conducta relativas al respeto a la ley y a la vida de los demás.
De que se trata de un trabajo de alto riesgo, no hay duda; de que los policías están preparados para enfrentarlo, tampoco.
Pero de lo que tampoco parece haber dudas, es de que estando preparados, su actuación raya regularmente en la prepotencia y los abusos, porque saben que casi siempre este tipo de actuaciones quedan en la impunidad, por aquello de la protección que se dan unos a otros en las áreas policiacas.
Quisiera creer que no es caso, pero mucho me temo lo contrario. Y si es que en efecto hay una investigación en curso, habría que exigir que no dilate más y que no vaya a estar orientada a tender un manto de impunidad a unos policías que, todo apunta, habrían asesinado, no repelido la agresión de un supuesto delincuente. La respuesta que da unos de ellos a un testigo que pregunta el motivo de haber disparado y matado al presunto ladrón, es tan contundente como reveladora e incriminatoria: «¿para qué se echa a correr?» Espeluznante.
jaimelopezmartinez@hotmail.com twitter@jaimelopezmtz>
