El periodismo es la literatura con prisa
Matthew Arnold (1822-1888) Crítico inglés
Como el cohetero, Godoy Castro, el procurador. Si truena, porque truena, si no, porque no. No es claramente un consentido de la prensa, incluido este reportero, y de hecho no es consentido casi de nadie, salvo de su jefe político Alfredo Castillo Cervantes. Empero, hay que reconocer que tuvo las agallas de dar a conocer públicamente una información que por ninguna parte le iba a dejar bien parado.
Convocó a la prensa la noche de este lunes, para informarle, además de la detención de uno de los presuntos asesinos del padre de la diputada Rosa María de la Torre, que en el caso de la desaparición del comunicador de Nueva Italia, Salvador Adame, sin cerrar del todo la línea de investigación relacionada con su actividad periodística, de hecho hay dos más sólidas: problemas de tipo personal y posibles deudas financieras en su actividad agropecuaria.
Lo políticamente correcto, lo menos complicado y polémico con el gremio periodístico, sería no soltar el tema de la actividad noticiosa de Adame como móvil posible de su desaparición. Eso nos hubiera dejado a todos menos descontentos, sea cual fuere el desenlace en su momento del caso.
Pero confirmar lo que anticipamos horas antes de la conferencia de prensa (https://www.respuesta.com.mx/index.php/home/justicia/51321-deudas-economicas-y-problemas-personales-posibles-moviles-de-desaparicion-de-adame.html), no debió ser fácil para Godoy, máxime que no goza de las simpatías del gremio. Y como asegura que las dos líneas de investigación de corte “personal” ya se hicieron del conocimiento de la familia del comunicador, debe colegirse que Godoy tiene los pelos de la burra en la mano y que no habla por hablar.
Insisto, sería más cómodo no moverse de la tesis original. Por eso, si apunta los reflectores a otro lado, uno debe suponer que es porque cuenta con los argumentos sólidos para ello, con todo y que le genere más mentadas que aceptación en nuestro gremio.
La animadversión personal que se ha ganado en la mayor parte del gremio periodístico, no va en función de sus aptitudes como investigador. Aquella es por su trato poco comedido, a veces hasta hosco y grosero, pero habrá que aceptar que en términos de eficacia en su papel de sabueso, aprueba sin ningún problema cualquier examen.
No caerá bien su conferencia de prensa. Le lloverán las críticas y las descalificaciones, pero a menos que se tengan pruebas sólidas, creo que no hay porque no aceptar su informe, porque descalificarlo a priori. Como sea, todo sigue abierto en esa investigación. Cierto, la demanda de que Adame aparezca con vida, sigue intacta y el gremio no debe cesar en ella, al margen de las motivaciones que pudiera tener el ilícito. Veremos.