Las dictaduras surgen las n sociedades con personas con hambre y sin empleo.
Franklin Roosevelt (1882-1945) Presidente de Estados Unidos
En México no se investiga a los hijos del presidente por evidentes negocios ilegales al amparo del poder. Tampoco al director de Segalmex pese a un fraude acreditado al organismo por 16 mil millones de pesos. Menos el enriquecimiento obsceno de una secretaria de Energía y quizá pronto gobernadora.
En México no se investiga a un general del Ejército rescatado de la justicia norteamericana con la promesa de ser enjuiciado aquí. Menos se indaga a una jefa de Gobierno por propiciar, con su política de austeridad, la muerte de 27 capitalinos en el Metro y de varios menores en el Colegio Rebsamen.
Y si no se investiga a ningún capo de los más importantes cárteles del crimen organizado, menos a un doctor nombrado zar de la pandemia, y cuya gestión ideologizada, no científica, derivó en la muerte de 800 mil personas, 300 mil de ellas evitables de acuerdo con expertos independientes.
En México no se investiga a los hermanos del presidente pese a ser exhibidos en videos recibiendo sobres repletos de dinero en efectivo, como tampoco el enriquecimiento de la cúpula castrense que maneja aeropuertos, aduanas, obra pública, medicinas. Frente a todo ello, que una ministra de la Corte sea evidenciada al fusilarse su tesis de abogada, parece cosa de niños. No se investiga a Bartlett, a Amílcar, a Saldivar, a nadie, a nadie. Aquí hay permiso para delinquir siempre que se esté del lado correcto del juego político.
Pero sí se investiga, y con todo el peso del Estado, a una académica y fundadora de una asociación ciudadana que da seguimiento y denuncia hechos de corrupción e impunidad del gobierno, supuestamente por cobrar una pensión indebida. Aun si así fuera, hay métodos administrativos para ventilar esos tema.
Es la tragedia de los tiempos que corren, los tiempos de la “transformación”. Y así quieren un segundo piso. Vaya cínicos!!
Y a la pesadilla ya solo le quedan 153 días. X@jaimelopezmtz
