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lunes, noviembre 25, 2024

LOS PELIGROS DE XÓCHITL

En política el vencedor es quien tiene la razón

Alphonse Karr (1808-1890) Periodista francés

 

jaimelopezLa pregunta no es si Xóchitl Gálvez tiene la capacidad de resiliencia suficiente para soportar la embestida del presidente López Obrador y todo el aparato de Estado, si no si llegará en libertad o viva a las elecciones del 24.

Perdón por la crudeza, pero cuando se está en una dictadura, y en México hoy está en ciernes una, los escenarios más radicales y hasta impensables para la oposición, son factibles. Lo mismo para periodistas y activistas que para actores políticos que se consideren “peligrosos” para el régimen, la guillotina siempre está esperando ser puesta en funcionamiento.

En Nicaragua el dictador Daniel Ortega metió a la cárcel a todos sus adversarios con posibilidades de competirle la Presidencia. Al ritmo que van las cosas, nadie puede hoy asegurar que en México no pueda pasar algo similar.

Otra cosa sería si el rumbo electoral del 24 siguiera como hasta hace un mes, en el que todo era coser y cantar para López Obrador, el jefe de campaña de la 4T, cuando no había siquiera alguna ligera sombra de duda de que quien él decidiera que encabezara la candidatura presidencial, ganaría sin despeinarse. Hoy, el nivel que ha tomado Xóchitl Gálvez como un auténtico fenómeno político, la vuelven un objetivo de los misiles oficiales.

La andanada que ha recibido hasta ahora de parte del presidente, no es nada aún conforme a lo que seguramente le vendrá si, como todo apunta, logra consolidar sus aspiraciones presidenciales.

El punto es que Gálvez parece contar con la entereza suficiente para soportar esa embestida, mientras ésta sea política y mediática. De hecho, a cada ataque hasta ahora ha tenido la fuerza para contraatacar con éxito. ¿Pero quién puede garantizar que esos ataques seguirán en esa ruta únicamente? Nadie. Que el gobierno le invente cualquier delito para encarcelarla, es un escenario absolutamente viable, si se considera el desquiciamiento que ya enfrenta el presidente, y su temor a que la senadora gane la elección y entonces sea a él, a López Obrador, a quien se le venga el mundo encima. Un atentado contra Gálvez no puede perderse de vista. A ese grado de irracionalidad hemos llegado, o ha llegado el gobierno.

Se vienen tiempos peligrosos en la política mexicana, porque una cosa sí es segura: el presidente no está dispuesto a entregar la plaza, la defenderá al costo que sea, y lo que sea, es lo que sea. Si no, al tiempo.

Y a la pesadilla ya solo le quedan 443 días.

twitter@jaimelopezmtz

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