Las verdades eternas trasladadas a la política, son un primer paso al totalitarismo:
Juan María Bandres (1984-?) Político español
Hay por lo menos cuatro estimados amigos abogados, a cual más preparados académica y éticamente, que me comentaron su interés por participar en las elecciones para jueces, magistrados y ministros. Todos son opositores a la reforma judicial con la que la 4T acuchilló al estado de derecho y desde luego del nuevo método de selección de juzgadores. Y entonces, ¿por qué tenían interés en inscribirse si son críticos de la reforma?
En todos los casos fue la misma respuesta: para evitar, así fuera en mínima parte, que sean electos personas sin ninguna preparación, experiencia e incluso probidad. Es entendible y, en cierta forma, sólida la explicación: si el mal ya está hecho, al menos reducir lo más posible sus efectos.
Aun así, dado que me pidieron opinión, les comenté lo mismo: inscribirse y participar en las elecciones del primer domingo de junio, era un error, porque significaba convalidar un atraco a la división de poderes y a la democracia misma de México.
Además, en el nuevo sistema no cabrán los jueces independientes, el gobierno y los legisladores de la 4T se encargarán de asegurarse que solo lleguen los sumisos, los que garanticen lealtad y colaboración con el régimen. Más aún, si alguno llega a colarse y en el cargo pretende anteponer autonomía en sus resoluciones, habrá una comisión de disciplina que se encargará de meterlo en cintura, destituyéndolo y hasta enviándolo a la cárcel.
Que se inscriban profesionales del derecho, con todos los entorchados y sin mácula, no reduce el impacto de la salvajada institucional de la 4T al cortar de tajo con la independencia y la autonomía del Poder Judicial.
No sé cuáles ni cuántos de esos cuatro amigos se inscribieron. No quise indagar al respecto. Ya después me enteraré, pero la ruta que está tomando el proceso me da la razón: las inscripciones de interesados fueron un bochornoso espectáculo de turbiedad y trampa.
La “evaluación” de perfiles lo será más y ya ni hablar del día de las elecciones, con un INE que se despojó de su autonomía y solvencia profesional para ponerse al servicio de la 4T. Será una elección que envidiará el PRI de sus “mejores” tiempos.
Espero que ninguno de mis cuatro amigos abogados se haya registrado, para no colaborar con su indiscutible prestigio en la instauración de la dictadura morenista.
X@jaimelopezmtz
