Los políticos son iguales en todas partes: prometen construir un puente incluso donde no hay río.
Nikita Kruschev (1894-1971) Político soviético
La oposición, con excepción de Movimiento Ciudadano, definió este fin de semana su propia ruta para designar su candidato presidencial.
El método parece razonable en función de la realidad: el candidato opositor deberá pasar antes varios filtros para llegar con legitimidad y auténticas posibilidades competitivas. Desde una inscripción previo respaldo de al menos 150 mil ciudadanos, hasta ganar batería de encuestas y pasarelas de exposición, contempla el método unificado aprobado por PRI, PAN y PRD.
Pero más allá del entusiasmo que genere ese camino conjunto de los partidos opositores, es claro que una candidatura realmente competitiva ante Morena, debe contemplar, sí o sí, algunos factores obligados.
Uno, la candidatura debe recaer en un perfil ciudadano, no partidista, cualquiera que esté fuera. Dos, el proceso debe ser pulcro y cuidado a más no poder, para no rozar el lindero de la ilegalidad de acuerdo a las leyes electorales que prohíben precampañas en este momento. Tres, es fundamental que Va por México sume a Movimiento Ciudadano.
Sin duda pueden encontrarse muchos elementos más que debieran considerar los partidos opositores para fortalecer sus posibilidades, pero esos tres son los indiscutibles. Veremos el talante de panistas, priistas y perredistas para perfilar una auténtica ruta no testimonial sino competitiva. Por ahora, habrá que decir que el primer paso, alinear sus respectivos consejos políticos en una sola vía, les salió razonablemente bien.
Y a la pesadilla ya solo le quedan 465 días.
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