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lunes, enero 27, 2025

POLICÍA AUXILIAR Y EL DOBLE IMPUESTO

Entre un gobierno que lo hace mal, y un pueblo que lo consiente, hay una complicidad vergonzosa:

Víctor Hugo (1802-1885) Escritor francés

A fuerza de ejecuciones dentro y en el exterior de sus establecimientos, los dueños de los llamados giros rojos, antros, bares, centros nocturnos, se han visto prácticamente obligados a aceptar la “oferta” de la Policía michoacana, de contratar los servicios de la siempre ineficiente pero sí onerosa Policía Auxiliar.

Apenas la semana pasada los propietarios de esos negocios se reunieron con directivos de la Policía Auxiliar y de la propia Secretaría de Seguridad Pública, según la cual se acordaron los términos para que elementos de la Auxiliar brinden protección.

Los giros rojos han visto incrementar dramáticamente en los últimos tiempos los atentados y las ejecuciones en contra de su personal y de clientes, producto obviamente del acoso del crimen organizado, que para dejarlos operar exige cuotas elevadas. La extorsión a todo lo que da.

A ver: no hay negocio de ese tipo, no hay uno solo, que no sea víctima de extorsión. Si no, no puede funcionar, o si el dueño es tan temerario de operar sin pagar cuota, lo más probable es que vengan los atentados o las ejecuciones. ¿Alguien supone que con los policías auxiliares “cuidando” los antros dejará de haber hechos criminales? Por supuesto que no.

Primero, porque con o sin esa “proteccion”, la obligación de pagar al crimen para operar, es la misma. Segundo, porque los policías auxiliares no tienen ni la preparación ni el armamento para encarar a los criminales. Comparados con éstos, tienen resorteras.

Es decir, contratar a esos policías no resolverá en nada el problema. Serán contratados sólo por la presión de la Policía michoacana que sí o sí quiere colocar a sus auxiliares no para brindar seguridad, sino como negocio. Así ha sucedido con los aguacateros, los limoneros y ahora los dueños de antros. En donde han prestados sus “servicios” la inseguridad y la criminalidad no han descendido, pero buenas sumas de dinero han entrado a la Secretaría de Seguridad Pública, que jamás lo ha transparentado. No hay pista algo del destino de ese dinero.

Pagar por seguridad es una de las más obscenas injusticias en México: el ciudadano paga impuestos para recibir servicios del gobierno, como la seguridad. Contratar policías es pagar doble impuesto, y peor, si hacerlo no produce ningún resultado, como sin duda será el caso. Por donde se le vea, injusticia pura. Perdón, pero la Policía está para dar seguridad sin cobrar por ella.

X@jaimelopezmtz

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