En un gobierno que encarcela injustamente, el sitio adecuado para una persona justa, es también la cárcel
Henry David Thoreau (1817-1862) Escritor norteamericano
Lo habíamos advertido en la entrega anterior: la solución, al menos temporal, al conflicto derivado por la posesión y uso del inmueble donde funciona la Escuela Secundaria Popular Carillo Puerto, era un impasse que permitiera tener el tiempo suficiente para reubicar a los alumnos, sin que perdieran el ciclo escolar.
Este martes, la rectora nicolaita Yarabí Ávila dio el manotazo de cordura que nadie parecía querer dar, y anunció que pedirá a la jueza que lleva el caso, aplazar la orden de desalojo hasta que concluya el ciclo escolar, esto es, aproximadamente en junio o julio. Ello garantiza que los estudiantes no pongan en riesgo el año escolar y, además, permitirá a la Secretaría de Educación en el Estado y al gobierno estatal, tener el tiempo para encontrar otro inmueble para reubicar la escuela.
¿Era tan difícil llegar a una solución tan al alcance de la mano, con solo poner por delante la voluntad y el sentido común? Para nada. Por eso resulta increíble que el tema haya llegado a la mañanera presidencial, pero hasta ese momento parecieron activarse los resortes del gobierno del estado para incorporarse a la negociación.
Como haya sido, formalmente fue la rectora Ávila la que se viste de luces al asumir la postura de sensatez más definitiva hasta ahora, la de mayor sensibilidad y la más pragmática.
Su anuncio tranquiliza las aguas, pero sólo temporalmente, porque la solución definitiva radicará en que el gobierno del estado cumpla el compromiso de dotar de otro inmueble a la referida escuela en los tiempos pactados. Sería el colmo que no fuera así. Veremos
Y a la pesadilla ya solo le quedan 275 días.
X@jaimelopezmtz