No hay mayor tiranía que la que se ejerce al amparo de la ley y en nombre de la justicia
Montesquieu (1689-1755) Filósofo francés
A fines de 2021, apenas en los albores del gobierno de Alfredo Ramírez Bedolla, Andrés Manuel López Obrador realizó una visita a esta capital. En reunión poco numerosa, el gobernador le planteó al presidente la necesidad de apoyar a productores agrícolas que habían sufrido mermas por inclemencias del tiempo en la tierra caliente michoacana.
La respuesta de López Obrador dejó helados a los que no le conocían: los apoyos se darían pero hasta que estuvieran cerca las elecciones. En ese momento no, porque no había comicios en puerta. Así me lo narraron asistentes a la reunión.
La postura del presidente en esa ocasión, le dibuja por completo: no gobierna para el bienestar de los ciudadanos, sino para el bien de su movimiento. Si alguna medida ha de tomarse desde el gobierno, sí o sí tiene que producir votos. El presidente no autoriza o decide nada, si no se vislumbra una renta electoral. Todo lo determina en función de ello. Es una máquina de generar votos.
Lo corrobora de nuevo, al ordenar a la Secretaría de Educación Pública basificar a quince mil maestros michoacanos, que por supuesto no se ocupan dado que si algo sobra en el sector educativo, son maestros. Hay en nómina federal y estatal más de setenta mil, cuando estudios de la propia Secretaría de Educación en el Estado, revelan que ese número está sobrado en función de los requerimientos de mentores en las escuelas públicas.
Tanto así, que si por cinco años no egresara ningún alumno de las escuelas Normales, no se resentiría. Pero López Obrador supone, y muy probablemente con razón, que dar plaza a quince mil maestros en el estado, le producirá al menos tres veces más de votos en junio próximo. La estrategia es, desde luego, nacional, pero ilustra la entrega este martes de las primeras cinco mil de más de quince mil plazas autorizadas para los próximos meses.
Bajo el razonamiento del presidente, con esa medida en Michoacán su 4T tiene asegurados alrededor de cincuenta mil votos adicionales en las próximas elecciones. La dinámica se aplicará en la mayor parte de los estados, sobre todo en los gobernados por Morena.
El presidente ordenó a la SEP que la estrategia de basificación masiva en el magisterio se eche a andar ya al arranque del 2024, para hacerlo coincidir con la apertura del proceso electoral. Si a los campesinos les regateó apoyos hasta que estuvieran cerca las elecciones, con los maestros es el mismo método y motivación.
Ese es López Obrador, el mejor activista social y líder opositor que haya habido en México, pero también el peor presidente en la historia.
Y a la pesadilla ya solo le quedan 261 días.
X@jaimelopezmtz