La democracia solo les pide a sus soldados que defiendan a su propio país; a dictadura les pide que ataquen a otros países
Amit Kalantri (1988-?) Escritor hindú
No es fácil la posición de Alfonso Martínez por lo que respecta a su esquema de seguridad personal durante los cuarenta y cinco días en que realice actividades proselitistas, buscando la reelección el dos de junio. Del 15 de abril al 28 de mayo cumplirá una doble función: alcalde en funciones – a menos que se separe ese tiempo, lo cual no luce probable-, y candidato del PAN y el PRD a la propia Alcaldía que hoy preside.
El punto es que en la ola de criminalidad que vive el país, y particularmente en el ambiente de agresiones y asesinatos de candidatos, que se prevé arrecie conforme avancen las campañas, los aspirantes a cargos de elección popular se enfrentan al dilema de cómo encarar esa tarea con el menor riesgo posible a su integridad física. Hoy, para casi todos ellos, sobre todo los candidatos a alcaldes, la preocupación número uno no es su proyecto de campaña, sus propuestas, la integración de su equipo, la definición de su estrategia de marketing. No, su gran preocupación es la inseguridad.
Y Alfonso Martínez no escapa a esa realidad. De ahí que haya decidido solicitar al Instituto Electoral de Michoacán, a través de los partidos que lo arropan, que su seguridad como candidato corra a cargo de su propia Policía, la Municipal, no de la estatal, es decir de la Guardia Civil, como sería lo normal en función de los protocolos contemplados para los candidatos locales.
Pero ello tiene una explicación: el alcalde ha sido un constante crítico de la Guardia Civil, casi siempre con justificada razón, al denunciar abusos de sus elementos, incluyendo asaltos a ciudadanos y hasta asesinatos de automovilistas, en la más completa impunidad. Es natural que no quiera poner su seguridad en manos de los policías estatales. Creo que cualquiera haría lo mismo.
En esa lógica, parece sensato que solicite al IEM que sean los policías municipales los asignados a su seguridad. No habría razones para que el órgano electoral no dé su visto bueno en ese sentido. Empero, también es claro que ello dará elementos a los opositores a Martínez, particularmente al gobierno estatal y a Morena, para cuestionarle que “desvíe” recursos humanos y financieros para su protección personal, cuando no estará ejerciendo como alcalde, sino como candidato. En todo caso, la solución para él sería no dejar provisionalmente el cargo, lo que la ley permite. Sin embargo, tal escenario no estaba en sus planes.
Si bien, pues, parece razonable y argumentada la solicitud que ha formulado Martínez al IEM, y por ende es lógico que reciba curso positivo, también lo es que ello dará municiones a sus opositores para torpedearle en su campaña. Es lo complicado de intervenir en elecciones pasadas por la criminalidad y la inseguridad. Veremos el desenlace.
Y a la pesadilla ya solo le quedan 194 días.
X@jaimelopezmtz