No es la política la que crea extraños compañeros de cama, sino el matrimonio
Groucho Marx (1890-1977) Actor norteamericano
Cierto, no es nunca lo óptimo que un gobernador se aleje de su estado, pero tampoco es como para crucificar a nadie.
Silvano Aureoles deja entrever este jueves en la Ciudad de México, en entrevista con reporteros capitalinos, que “cuando lo diga la ley”, esto es, entre octubre y noviembre, podría estar solicitando licencia al Congreso del Estado para separarse temporalmente de su cargo, para buscar la candidatura de su partido, el de la Revolución Democrática, a la Presidencia de la República.
Un gobierno camina bien o mal en función no de su titular, sino de una estructura institucional. Si aquel ha sabido conformar un andamiaje lo suficientemente sólido como para que los programas y acciones marchen sin recaer en un personaje en particular, no tendrá porqué alterarse mayormente la marcha de su administración.
Aureoles se separaría no para las elecciones presidenciales, porque primero tiene que pasar el filtro perredista, esto es, se iría para participar en el proceso interno de su partido que definiría la candidatura presidencial. En esa lógica, puede ser que su ausencia de Michoacán sea sólo de unas pocas semanas, si no resulta el candidato. Y si lo es, seguramente la separación se alargaría hasta julio de 2018 y en función de ese resultado, de la elección presidencial, se vería si su salida de Michoacán sería o no permanente.
Los avances o rezagos que enfrente su gobierno se mantendrán inalterables en un plazo de semanas o meses. Si su separación es definitiva, entonces sí estaríamos ante un cambio brusco en la conducción del estado, por más que él maniobrara para que alguno de los “suyos” quedara al frente. Sólo en ese caso, seguramente no el más viable, podría hablarse de un giro absoluto en la marcha de gobierno.
En todo caso, su separación, temporal o no, lo que sí hará será poner a prueba la solidez de su gobierno. Como sea, también será un termómetro o evaluación de su administración. Veremos en su momento.