La política es el arte de servirse de lo demás, haciéndoles creer que se les sirve a ellos.
Louis Dumur (1863-1933) Escritor francés
Para quienes mantenían, o mantienen, la esperanza de que Claudia Sheimbaum se vaya a despojar en algún momento de la sombra de Andrés Manuel López Obrador y vaya a ejercer el poder por ella misma, de acuerdo a su visión de país, a su forma de vislumbrar la radiografía de la grave problemática nacional y el método para revertirla, lo de este jueves fue una cubetada de agua helada, o una bofetada de realidad.
Sheimbaum recibió la constancia del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, que la acredita como presidenta electa. Ahí, en su mensaje, despejó dudas:
Primero, mantendrá a pie juntillas la política abrazadora de narcos de López Obrador. Y lo hará, desde luego, con el mismo pretexto: ir a las causas de la criminalidad. Demagogia vil.
Luego, secundará con todo el peso presidencial la demencial embestida lopezobradorista en contra del Poder Judicial, que busca su desmoronamiento como poder autónomo para sumirlo en el lacayismo más patético y peligroso.
También, irá con todo por la ilegal e inmoral sobrerepresentacion de Morena en San Lázaro. De hecho, ahí mismo Sheimbaum no se anduvo por las ramas y les dijo en su cara a los magistrados del Trife que el voto del dos de junio incluía el respaldo ciudadano al Plan B, el plan del agandalle más obsceno. Como para que los magistrados le vayan midiendo el agua a los camotes. Ya recibieron la línea de la presidenta electa a la hora en que vayan a votar por la validez o no de la distribución de curules que hará el INE, y que sin duda será acorde al gusto cuatroteísta.
En síntesis, Sheimbaum dejó claro este jueves en la sede del Trife, que el suyo será un gobierno tan o más autoritario y aún tirano que el de López Obrador. Que está decidida a demoler la última piedra de institucionalidad y de estado de derecho que llegara a dejar el tabasqueño.
Si Sheimbaum se decide a desprenderse de la sombra de su mentor, no lo hará para ser más moderada que éste. Tendrá la mesa puesta para iniciar una larga noche para México, una noche de dictadura y tiranía que puede alargarse por décadas. Al tiempo.
Y a la pesadilla, a la actual, ya solo le quedan 46 días.
X@jaimelopezmtz