La dictadura se basa en el pensamiento cliché, en material uniforme muy probado.
Christopher Hitchens (1949-2011) Periodista estadounidense
Era cuestión de tiempo: el Ejecutivo estatal trabaja a marchas forzadas para tener lista una iniciativa para reformar la Constitución michoacana y dar paso a la “tropicalización” de la demencial y fascista reforma al Poder Judicial Federal que tiene entre ceja y ceja Andrés Manuel López Obrador.
Lo que claramente busca Alfredo Ramírez Bedolla, es ser el primero de los gobernadores en secundar la reforma federal. Es decir, esperará obviamente a que ésta se apruebe y de inmediato enviará su propia iniciativa al Congreso del Estado, la cual será una calca de la de AMLO.
Básicamente, Bedolla busca también darle la puntilla a la independencia y autonomía del Poder Judicial michoacano, para lo cual impulsará que los jueces y magistrados sean igualmente electos por voto ciudadano, lo que significará que serán echados a la calle todos los abogados que actualmente cumplen esa función.
También, la iniciativa que prepara Casa de Gobierno contempla la desaparición del Consejo de la Judicatura, que sería sustituido por un Tribunal de Disciplina Judicial, que en el nombre lleva el tufo dictatorial que encierra en sus funciones: vigilar y sancionar discrecionalmente a los jueces y magistrados michoacanos. Ese tribunal evidentemente será controlado por el Ejecutivo, porque en su designación lleva mano, aunque formalmente será atribución del Poder Legislativo.
En el fondo, sucederá lo mismo que a nivel nacional: el poder judicial dejará de ser autónomo, será manejado al antojo del gobernador y se politizará e ideologizará la impartición de la justicia.
Bedolla anunció de hecho desde hace un año esa intención, al presentar su Plan Morelos. Evidentemente, no tendrá problemas para transitar su proyecto con la próxima Legislatura, por completo cuatroteísta, a cuyos integrantes seguramente les tendrá sin cuidado dar la última palada a la división de poderes. Y como dijo López Obrador: lo mejor, es lo peor que se va a poner. Así, los tiempos estelares de la 4T michoacana. De locura.
Y a la pesadilla, a la actual, ya solo le quedan 96 días.
X@jaimelopezmtz