Es más fácil engañar a las personas, que convencerlas de que han sido engañados
Mark Twain (1835-1910) Escritor estadounidense
No fue un buen día para la Guardia Civil michoacana. Este miércoles, por doquier le llovieron acusaciones, a cual más de graves. Pero…no pasa nada.
Primero, el fiscal Adrián López Solís confirmó que hay una orden de aprehensión en contra de un elemento de la corporación, por disparar contra un civil que tripulaba una camioneta hace diez días sobre el Periférico a la altura de la Salida a Mil Cumbres. El policía mató al conductor y huyó.
El asunto es que no iba solo, sino acompañado de otros policías, ninguno de los cuales hizo nada por detener al homicida. Días después, se informó que habían sido puestos a disposición del Ministerio Público varias decenas de policías, obviamente a manera de ganar tiempo para permitir que el homicida huyera. Todo, bajo la complacencia de los mandos de la Secretaría de Seguridad.
Es decir, al asesinato doloso en sí, se le suma la complicidad para permitir que el autor se fugara. Hoy, se ofrecen cien mil pesos por información que ayude en su localización, cuando primero se le permitió huir. Cinismo puro.
Luego, la Policía Municipal detiene a un ladrón, que resulta ser Policía Auxiliar, corporación que forma parte de la Secretaría de Seguridad Pública.
Y para terminar un miércoles de pesadilla, el alcalde Alfonso Martínez confirma lo que aquí le anticipamos la semana pasada: hay una cruzada de la SSP para amedrentar a vecinos de fraccionamientos privados, advirtiéndoles que tendrán que llevarse detenidos a las personas que laboran en las casetas de acceso, aunque no porten armas y solo se dediquen a pedir identificación a los visitantes y a levantar la pluma para el acceso de vehículos.
La Guardia Civil no tiene atribuciones legales para ello, pero se trata de una estrategia para infundir temor en los colonos, a los que luego “proponen” que mejor contraten los servicios de la Policía Auxiliar –sí, la misma a la que pertenece el elemento detenido por asaltante. Extorsión vil.
Sí, miércoles de pesadilla para la policía estatal, aunque en realidad la pesadilla es para la ciudadanía y no de ahora, sino desde la creación de la Guardia Civil, que parece tener una sola consigna: ser la victimaria de la población.
Pero nada de eso, ni siquiera el asesinato a mansalva de un civil, lleva a la renuncia de nadie en la SSP. Ahí no pasa nada. Los oficiales pueden asaltar o matar y no pasa nada. Vaya tiempos que nos toca vivir.
Y a la pesadilla ya solo le quedan 220 días.
X@jaimelopezmtz
