De ellas, 3.8 millones desarrollaron algún tipo de actividad económica o buscaron trabajo
El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) ofrece información respecto a las personas formadas en las ciencias económico-administrativas. En esta categoría se encuentran aquellas que realizan actividades de análisis, investigación y desarrollo de conceptos, atención en la gestión de empresas y la prestación de servicios económicos y comerciales.
Este comunicado considera a las personas ocupadas clasificadas en el Sistema Nacional de Clasificación de Ocupaciones (SINCO) 2019, dentro de los subgrupos 211, Administradores y mercadólogos (que comprende a las y los Administradores y profesionistas en recursos humanos y sistemas de gestión; las y los Profesionistas y consultores en mercadotecnia, publicidad, comunicación y comercio exterior; así como a las y los Profesionistas en hotelería y turismo) y 212, Contadores, auditores y profesionistas en finanzas (que considera a las y los Contadores y auditores, así como a las y los Asesores y analistas en finanzas)
Conforme a los resultados de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE), correspondientes al segundo trimestre de 2023, México contaba con 5.2 millones de personas de 20 años y más formadas en las ciencias económico-administrativas. De estas personas, 45 % eran hombres y 55 %, mujeres. Entre esta población, 3.8 millones (73 %) formaban parte de la Población Económicamente Activa (PEA). De cada 100 que desarrollaron una actividad económica o buscaron activamente hacerlo, 97 eran población ocupada y tres se encontraban desocupadas.
Entre la PEA ocupada en actividades económico-administrativas 51 % correspondió a hombres y 49 %, a mujeres. En cuanto a su estructura por edades, 52 % se concentró en los grupos de 20 a 29 y 30 a 39 años. Por niveles educativos, 11 % contó con carrera técnica; 82 %, con licenciatura; 7 %, con maestría y 1 %, con doctorado. Sus principales campos de formación fueron los de Contabilidad y fiscalización (36 %), así como Administración de empresas (31 %).
Conforme al SINCO 2019, de las personas formadas en las ciencias económico-administrativas, 35 % laboró como profesionista o técnica; 17 % lo hizo en el ámbito de las actividades comerciales; 16 % en el de oficina; 14 % como funcionario o funcionaria, director o directora, así como jefa o jefe; 8 % en el trabajo industrial y artesanal; 5 % en servicios personales y de vigilancia y 6 %, en otras ocupaciones.
De las personas ocupadas, 71 % laboró en ocupaciones afines a su formación como profesionista (administrador o administradora en recursos humanos y sistemas de gestión; consultores y consultoras en mercadotecnia y publicidad, en hotelería y turismo; contador o contadora; y auditor o auditora, o como asesor o asesora y analista en finanzas), o como técnico o técnica (auxiliar en contabilidad, finanzas y agentes de bolsa, auxiliares en administración, mercadotecnia, comercialización y comercio exterior). Del restante 29 % que trabajó en una ocupación no afín a su formación, 24 % apoyó laboralmente a otro tipo de profesionistas y 5 % trabajó como docente en universidades o en bachilleratos.
Las personas formadas en las ciencias económico-administrativas, y que se encontraban ocupadas, se desempeñaron principalmente en los sectores terciario (80 %) y secundario (17 %). De cada 100 personas ocupadas con esta formación, 32 trabajaron en micronegocios; 24, en pequeñas empresas; 18, en medianas; 15, en grandes establecimientos y 10, en el gobierno u otras unidades económicas. Con respecto al tipo de unidad económica, 69 % laboró en empresas; 17 %, en instituciones (principalmente públicas) y 13 %, en el sector de los hogares. La manera de hacerlo fue subordinada y remunerada, con 77 %; el trabajo por cuenta propia fue 14 % y haber empleado a otras u otros trabajadores resultó en siete por ciento. También hubo quienes no obtuvieron remuneración alguna por su trabajo (2 %).
Asimismo, el promedio de horas trabajadas para las personas formadas en las ciencias económicas-administrativas ocupadas fue de 43. Según la distribución por rangos de horas trabajadas para las personas que laboraron de manera subordinada y remunerada, 63 % correspondió a quienes trabajaron de 35 a 48 horas. Siguieron quienes superaron las 48 horas de trabajo (20 %) a la semana.
Respecto a los ingresos, estas personas percibieron, en promedio, 77 pesos por hora trabajada. Al desglosar según sexo, el promedio fue de 81 pesos para los hombres y 73, para las mujeres.
Si se considera el nivel de ingresos por salario mínimo mensual, destaca que 35 % percibió de uno y hasta dos salarios mínimos; 16 %, más de dos y hasta tres salarios mínimos; 15 %, hasta un salario mínimo; 9 %, más de tres y hasta cinco y 3 %, más de cinco salarios mínimos. De 22 % no se tuvo información. En su distribución según sexo, los rangos de ingreso más bajo (de hasta un salario mínimo y de hasta dos) los tuvieron las mujeres (17 %). Lo anterior contrasta con los hombres, quienes tuvieron las retribuciones más altas —a partir de tres salarios mínimos—.
De las personas que trabajaron de manera subordinada y remunerada, 81 de cada 100 contaron con acceso a servicios de salud, 87 de cada 100 gozaron de otro tipo de prestaciones y 81 de cada 100 tuvieron un contrato escrito de base, planta o por tiempo indefinido.