Como uno de los historiadores que mayores datos ha aportado a la época de la Conquista de México y en especial a la vida y obra de Don Vasco de Quiroga, Joseph Benedict Warren hizo gala de sus investigaciones para inaugurar el ciclo de conferencias “Pensadores y Humanistas de la UMSNH”, organizado por la Facultad de Filosofía como parte de los festejos del Centenario de la Casa de Hidalgo.
En el auditorio María Zambrano de la Facultad, su director Carlos Alberto Bustamante Penilla, dio la bienvenida a este destacado investigador, acompañado por la coordinadora general de Estudios de Posgrado, Ireri Suazo Ortuño, quien acudió con la representación del rector Medardo Serna González.
Máximo experto en la figura de Don Vasco de Quiroga a nivel internacional, Joseph Benedict Warren es originario de Nuevo México, Estados Unidos. Estudió Historia y Filosofía con el grado de doctor. Durante su carrera profesional ha sido profesor de Historia en la Universidad de Mariland; investigador en El Colegio de Michoacán, y catedrático visitante en el Instituto de Investigaciones Históricas de la Universidad Michoacana.
A lo largo de sus investigaciones, Warren ha reconstruido la figura de Vasco de Quiroga como oidor de la Segunda Audiencia en la Nueva España, al tener acceso a los documentos en donde este defensor de los derechos de los pueblos originarios en la Nueva España plasmaba sus decisiones; su correspondencia entre Don Vasco y la reina de España, así como su testamento personal y otros apuntes que sacan a la luz el carácter eminentemente humanista que caracterizó su quehacer durante su vida.
Benedict Warren durante su conferencia “Vasco de Quiroga y su Filosofía”, destacó que antes de haber estado en la Nueva España, fue oidor del rey español en la ciudad de Orán en África, para luego ser llamado a formar parte de la corte del Rey Carlos V.
Nacido en el pueblo de Madrigal de las Altas Torres en la región de Castilla, España, el mismo pueblo donde nació la reina Isabel la Católica, Don Vasco recordaría esta tierra natal muchos años depués al fundar el primer Colegio para instrucción en tierras michoacanas, al cual dio el nombre del santo patrono de su pueblo: San Nicolás.
Al recorrer diferentes episodios de la vida de Vasco de Quiroga, el historiador destaca la fundación de los hospitales de Santa Fe en la Ciudad de México y en Pátzcuaro, como lugares que el mismo benefactor de los indígenas describe a la reina de España como sitios en donde los indigentes, huérfanos y viudas recibirían un trato amoroso y se les proporcionaría techo, comida y enseñanza del idioma español.
Esta decisión se vio influenciada por la vista a su llegada a la Nueva España de niños que disputaban en los mercados desechos de alimentos a los perros, además de ser testigo de la pobreza y violencia a que habían sido sometidos los indígenas.
Inspirado por la obra del filósofo y político inglés, Tomás Moro “Utopía”, Don Vasco de Quiroga funda los Hospitales con recursos que le envió la corona española, territorios que defendió de los intereses de las autoridades en la Nueva España, quienes pretendían cobrar impuesto a sus habitantes.
Con el paso de los años, se propuso al rey de España nombrar obispo de la iglesia católica a Don Vasco de Quiroga, sugerencia que vio con buenos ojos y a su vez acordó con el Vaticano. De esta forma y para sorpresa de muchos que no conocen a fondo la historia de Tata Vasco, recibió las órdenes sacerdotales y todas aquellas necesarias para llegar a ser el Arzobispo de Michoacán, ya que toda su obra echa con anterioridad, la hizo en su calidad de laico católico.
Benedict Warren reveló que la fundación de los Hospitales de Santa Fe inició como un experimento social y así se lo explicó en una carta a la reina Isabel en una carta fechada el 11 de abril de 1535, en la que le solicitaba los recursos para su construcción y manutención: “nada es para mí, sino para fundar una escuela un lugar que sea ejemplo de doctrina, caridad y piedad cristiana, para que los estudiantes aprendan el ejericcio bueno de las obras de misericordia, en donde tengan cuidados corporales las viudas, huerfanos e indigentes, además de albergar un cementerio para sus muertos”.
Ese profundo sentido humanista le llevó a fundar también el primer colegio para la instrucción de los hijos de los criollos, mestizos e indígenas, a los cuales consideraba con los mismos derechos que a los hijos de los españoles, naciendo así en 1540 el Colegio de San Nicolás Obispo.
Posterior a los acuerdos tomados en el Concilio de Trento, el Colegio de San Nicolás, que no fue concebido como un seminario para la formación de sacerdotes católicos por Don Vasco de Quiroga -aclara el historiador- tuvo que convetirse parcialmente en uno, ya que como obispo, Don Vasco tenía que acatar la instrucción del Concilio que pidió la fundación de un seminario por diócesis en la Nueva España.
De esta forma, el Colegio de San Nicolás Obispo tuvo que convertirse en seminario para los hijos de españoles nacidos en España y colegio de instrucción para criollos, mestizos e indígenas, grupos sociales que no eran admitidos para ejercer el sacerdocio.
Para concluir el evento, el director de la Facultad de Filosofía otorgó un reconocimiento a Benedict Warren y anunció las conferencias que a partir del miércoles y hasta el viernes se llevarán a cabo en el Auditorio María Zambrano. El miércoles corresponderá el tema de la influencia de Francisco Javier Clavijero en el pensamiento humanista del Colegio de San Nicolás; así como el jueves y viernes se abrirán espacios de reflexión dentro de este ciclo al pensamiento de José María Morelos, Melchor Ocampo, Miguel Hidalgo y Elí de Gortari.