Pareciera ser que la estridencia de la Sección XVIII ha disminuido relativamente. No pasa desapercibido el hecho de que están cuidando que las notas periodísticas que los mencionan ya no se corran hacia el color rojo. El qué dirán parece comenzar a preocuparles un poco. ¿Será cierta esta sensación?
Al respecto, recientemente, entre la comentocracia nacional ha habido quien se ha preguntado si la CNTE está dormida en Michoacán o qué está pasando al respecto.
Como principal diferencia entre el modus operandi tradicional de la CNTE destaca el que por primera vez en más de dos décadas, en este 2017 la jornada de lucha de la Sección XVIII no implementó un paro indefinido de labores en el sistema educativo estatal, lo cual fue una grata sorpresa para la sociedad michoacana. Asimismo, las acciones han sido muy focalizadas, pero han reducido ampliamente el nivel de violencia con el que se solían manejar. Paralelamente, se dan los primeros pasos en muchos ámbitos por parte de la Secretaría de Educación en el Estado para aplicar la normatividad.
¿Podemos tener la certidumbre de que las más recientes conductas de la Sección XVIII son sinónimo de que la CNTE se encuentra controlada o incluso dormida?
No necesariamente debería leerse así. Pudieran estar las cúpulas de la CNTE aprendiendo que un mal acuerdo es mejor que un buen pleito; que la movilización y la negociación pueden ser continuas y no tan desgastantes; que se puede establecer una ruta conjunta con la autoridad para enviar un mensaje diferente; que abandonar el estilo bronco para abordar la autopista de la legalidad es posible; que regularizar es posible y que una jornada de lucha, una vez institucionalizada, puede ser tanto o más lucrativa que una serie de protestas; e incluso, que roer el presupuesto educativo es un acto que debe realizarse silente y nocturnamente, mientras de día se simula normalidad.
Al interior de la Sección XVIII de la CNTE, prevalece la idea de que el actual Comité Ejecutivo Seccional es negociador con el gobierno, y a su vez, que ambos actores son capaces de llegar a acuerdos. Afines y disidentes al interior de la CNTE reconocen tal atributo como la característica principal de la actual administración 2016-2019, la cual desespera a los beligerantes, concentrados en el denominado “Bloque”; en donde se encuentran aquellos que se curtieron en la lucha y literalmente, cada escalón lo consiguieron en la marcha, en el plantón o la movilización. Ellos claman por la cabeza del actual dirigente sindical y de sus lugartenientes, por “charros”, tibios, negociadores y por haber “vendido al movimiento”. Existe el convencimiento pleno de que el Gobierno del Estado tiene controlados a los principales miembros del CES, mediante otorgamiento mutuo de prebendas y trueques políticos inconfesables.
Más allá de lo que puedan opinar los detractores internos del actual Comité Ejecutivo Seccional de la Sección XVIII de la CNTE, para definir si esta organización está dormida, cooptada, silente o sometida, el análisis del accionar de la CNTE debe de realizarse desde diversos ámbitos, a saber:
a) Político. Sus cuadros históricos, fundadores y actuales están más que vigentes, se encuentran activos y conformando redes de apoyo al interior del magisterio y en torno a las comunidades de aprendizaje. Especialmente operan desde las tribus del PRD, del PT y de MORENA. No ha mermado su afán individual y gremial de asirse del poder, el cual se encuentra consagrado desde el mismo título de su máximo documento rector, el Proyecto Político – Sindical.
b) Recursos humanos. A la par que siguen manteniendo el control de múltiples escuelas y regiones enteras de la entidad federativa, continúan negociando y consiguiendo contratos temporales para los normalistas, se siguen generando concursos de cambios o de ascensos a través de la Sección XVIII de la CNTE, como es el caso específico del histórico Internado España-México, el cual se encuentra desde hace décadas bajo su control total.
En suma, es un hecho que continúan peleando por bonos y prestaciones, pago de contratos temporales de trabajadores que cuentan con la venia de los líderes sindicales y contratación de personal de apoyo a la educación, así como por el reacomodo en cuanto a plazas estatales respecta.
c) Programas socioeducativos. A la fecha, continúan siendo estandarte para arribar, triunfalistas y prometéicos a las comunidades marginadas y decirles a los padres de familia y estudiantes que son producto de la lucha antisistémica, echando por tierra la tesis marxista de que los bienes son producto del trabajo. No se percibe acotamiento legal u obstáculo alguno para que al arranque del Ciclo Escolar 2017-2018 vuelvan a festinar sus logros y entregar personalmente los uniformes, útiles escolares, calzado y libros de texto a los beneficiarios.
d) Relación bilateral con la SEE. Es públicamente reconocida, por lo que la convocatoria programada a labores de gestoría sigue en plena operación.
e) Movilizaciones. Las acciones tácticas de oposición y bloqueo a procesos federales han sido realmente pocas, focalizadas y a destiempo. No ha pasado desapercibida la errabunda y escasa convocatoria a bloquear los procesos evaluativos o la posible comparecencia del titular de la SEE ante el Congreso del Estado. En cambio, las marchas y mítines de protesta que se realizan por motivos económicos y de regularización de recursos humanos continúan su curso natural y no han menguado en número.
Sin embargo, no han dejado de realizar las marchas testimoniales de rigor en torno a los normalistas desaparecidos de Ayotzinapa o el “halconazo”, por citar algunas.
Asimismo, los normalistas mantienen la movilización como una constante por goteo, al realizar periódicamente sus consabidas acciones de protesta y exigencia de becas, bonos, presupuesto y plazas automáticas, con carácter programático más que acciones extraordinarias de protesta.
En todo lo anterior, cabe resaltar que para evitar suspender labores docentes en la entidad, se ha emprendido la táctica de realizar marchas de corte representativo, en donde dependiendo de la cantidad deseada de personas movilizadas, se le pide una cuota de personas a cada comunidad educativa bajo el control de la CNTE, con lo que los padres de familia y medios de comunicación apenas si se dan cuenta de que algunos grupos en los planteles educativos estuvieron custodiados y entretenidos por los demás maestros, operando entonces en “modo guardería”.
f) Colonización Pedagógica. Ha continuado su curso natural, en donde su buque bandera es su modelo educativo alternativo, denominado Programa Democrático de Educación y Cultura del Estado de Michoacán (PDECEM), el cual carece de validación metodológica y de rigor científico, pero que sirve de pretexto para continuar gestionando recursos millonarios en su nmbre.
Asimismo, hoy cierra el XIV Curso -Taller del Educador Popular en su edición 2017, con sede en la Escuela Normal Rural de Tiripetío, lo que demuestra que no se ha detenido su intención de medrar con la formación docente continua, manifestada en su cotidiano vigilar y castigar al magisterio michoacano que aún se encuentra bajo su yugo. En esta edición hubo absurdos tales como convocar a talleres impartidos por extranjeros con temática como “el despertar del kundalini”, capacitarse en cuanto al uso de “plastilinas alternativas” o en la elaboración de gel reductivo.
Su actitud ante las lenguas diferentes al español es la misma: simulación en torno a un supuesto indigenismo, que no corresponde con los esfuerzos realizados desde el aula en las comunidades originarias; mientras que se menciona rechazar al inglés por ser un programa supuestamente neoliberal. En contrapunto, continúan promoviendo la visita de extranjeros, la impartición de programas de posgrado diseñados por norteamericanos y el intercambio turístico-pedagógico con militantes y agitadores políticos homólogos de Centro y Sudamérica.
En conclusión, independientemente de la percepción nacional, en la entidad federativa se cuenta con el pulso claro respecto a las acciones de la Coordinadora, porque lo vivimos, atestiguamos y padecemos cotidianamente.
El cuidado por las formas y la apariencia es lo que se ha percibido como principal diferencia en cuanto a la ruta de trabajo respecta. Pero de que la CNTE se encuentra en absoluto dormida, es un hecho.
Hoy, los síntomas se disimulan, pero no dudemos que la misma intención está presente. Hay una gran cantidad de indicios de que la CNTE en Michoacán goza de cabal salud, que solamente está guardando la debida compostura mientras se dan las condiciones operativas que requieren para regresar a su cauce.
Con este contexto, retomando el epígrafe de esta colaboración, efectivamente, ¿habrá pasado ya el tiempo de la ira de la CNTE?
Parece que esto está muy lejos de anunciarse, pero ya el discurso apunta sus filas hacia ello.
Después del caudillismo de principios de este siglo, ¿está la CNTE michoacana viviendo internamente un maximato que poco a poco coopta e institucionaliza su revolución, sin modificar su ambición ni su ADN ideológico, pero sí encausando su modus operandi?
El tiempo lo dirá y la fecha definitiva es la jornada electoral de 2018.
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