Ante el Día del Maestro, la organización Mexicanos Primero, más allá de la justa celebración y reconocimiento a los maestros, ha considerado que hay cinco puntos prioritarios que atender para que la docencia se desarrolle en nuestra nación, como origen de la evolución social y forjadora de las demás profesiones, a saber:
Respecto a la formación inicial, se requiere con sentido de urgencia la transformación de las escuelas formadoras de docentes, especialmente las Normales.
En cuanto al desarrollo profesional continuo de los maestros, éste debe ser permanente y pertinente. Más cursos no representan mejor formación, si no son adecuados a sus necesidades y experiencia cotidiana.
En relación a las tutorías, a la fecha se caracterizan por su ausencia, mientras que la necesidad de acompañar y facilitar el proceso de inducción a la profesión docente para los maestros de nuevo ingreso permanece.
Los concursos de ingreso y promoción exigen certeza a los aspirantes, y debe superarse la opacidad sobre las vacantes definitivas y su asignación oportuna por prelación. Debemos exigir la defensa de su derecho.
Acerca de los instrumentos de evaluación deben hacerse pertinentes, hasta que se evalúe a todos los maestros en el aula, en su contexto, donde realizan y se realizan en su vocación cotidiana. Para que la reforma cobre sentido, debe reformarse acorde a las necesidades de quienes la viven cotidianamente.
Estas cinco áreas de oportunidad para desarrollar la docencia convergen y se exacerban en nuestro sistema educativo estatal en innumerables casos, donde hay maestros con rostro, nombre y apellido que padecen las asimetrías de nuestro contexto, aún injusto y segregacionista para quien no se entrega al arbitrio de las cúpulas del poder sindical.
Por ello, no para todos los maestros michoacanos el 15 de mayo fue de celebración. Hubo educadores que guardaron para sí el sabor agridulce que significa ejercer su profesión cotidianamente a pesar de saber completamente transgredidos sus derechos y aspiraciones legítimas conforme a la ley. Viven el suplicio cotidiano de tratar con quienes han recibido los beneficios que otorgan ser los favoritos de los dueños fácticos de la educación estatal, a cambio de obediencia e incondicionalidad. El organigrama funcional de la educación michoacana, crasamente antimeritocrático los revictimiza incansablemente.
Empaticemos: ¿cómo reconocer y dar validez al discurso oficial y a la normatividad vigente en la materia educativa e incluso defenderla, cuando se vive en carne propia el atropello?
Debido a la situación de precaria institucionalidad que históricamente impera en nuestro sistema educativo estatal, los maestros que se acogen a la ley, en lugar de allanarse a los caprichosos designios de las cúpulas que aducen representarles, con cierta frecuencia se llevan amargos chascos.
Una situación especialmente dolorosa la padecen los maestros que participan en los procesos de evaluación docente y obtienen resultados excepcionales.
Incongruentemente, para varios docentes michoacanos, obtener resultados de excelencia ha resultado ser su peor pesadilla. Nunca se imaginaron que brillar en una tierra donde no hay justicia es peligroso y contestatario.
En la historia reciente de la entidad se han dado múltiples intentos por evaluar a los maestros, por construir rutas transparentes para el ingreso, permanencia y promoción en el servicio profesional docente, situación que ha construido una serie de absurdos totalmente inaceptables.
Un ejemplo reciente es del maestro Javier Rosas, quien de acuerdo con el Registro Nacional de Profesionistas estudió la carrera de Lengua y Literaturas Hispánicas en la UMSNH, graduado con honores en el año 2008. Maestro en Docencia en Ciencias Sociales en el IMCED y candidato a maestro en Educación Media Superior por la UNAM.
En el año 2010 ingresó al Telebachillerato Michoacán, laborando actualmente en la comunidad de El Sobrado, municipio de Huiramba, la cual está considerada de bajo desarrollo económico. Con su comunidad académica, han gestionado ante el Ayuntamiento la construcción de tres aulas, una plaza cívica y dos baños. Además, es evaluador docente por parte del Servicio Profesional Docente.
En noviembre de 2015 realizó la evaluación docente y obtuvo el nivel de Excelente. El Artículo 43 de la Ley General de Servicio Profesional Docente menciona que por su desempeño, se ha hecho acreedor a un aumento del 24% y una recategorización, sin que hasta el momento la Dirección General del Telebachillerato en Michoacán haya realizado el acto de justicia respectivo.
Esperemos que la nueva administración de este subsistema atienda a la brevedad esta situación que acumula un año y medio de retraso. Cabe destacar que el maestro Rosas ha recibido reconocimientos mediáticos y en redes sociales, pero resta que la autoridad haga lo conducente ante esta situación, conforme a la ley y con efectos retroactivos, mucho más que simplemente una palmada coyuntural.
Otros maestros que padecen la misma situación son los idóneos del proceso 2016 de inglés en primaria, quienes se encuentran fuera del servicio profesional docente y se encuentra a punto de caducar su idoneidad, a pesar de que hubo once cualificados como tales por sus resultados obtenidos en el examen respectivo. La autoridad no acierta a resolver la paradoja que implica haber emitido una convocatoria, pero inconsistentemente, señalar verbalmente que no hay claves vacantes para cumplir el compromiso del Presidente de la República de impartir la asignatura de inglés en las escuelas primarias, conforme al modelo educativo recientemente presentado.
Por si fuera poco, a la fecha sigue vigente el más antiguo caso debidamente documentado que obra en nuestro poder, relacionado con un maestro que obtuvo el primer lugar en un concurso de oposición abierto para ingresar al servicio profesional docente en Michoacán, el cual fue reseñado en este mismo espacio en agosto de 2012 en el artículo titulado “El Number One”. El próximo 17 de noviembre cumplirá una década de oprobioso silencio institucional, ya que a pesar de haber sido el primer lugar de entre tres mil quinientos aspirantes a una plaza de telesecundaria, ésta le fue arrebatada y trocada por una de primaria, equivalente a la mitad de salario prometido y que le sitúa en un esquema irregular de contratación desde aquel entonces.
Con la antigüedad acumulada, el maestro sigue prefiriendo el anonimato, mientras continúa siendo víctima reiterada de su infinita confianza en la justicia, que parece haberse olvidado de él, ya que se inscribió hace un par de años en el programa de Carrera Magisterial, intentando obtener una promoción y el consecuente sobresueldo. Por supuesto, acumuló una destacada puntuación, ya que logró 95 de 100, siendo 84 el mínimo para ingresar al estímulo; pero como él fue víctima de una triquiñuela y al encontrarse en situación irregular al ser maestro de telesecundaria con clave de primaria, le negaron en el escritorio su ingreso formal, ilusionándolo vanamente al permitirle participar y reunir todos los requisitos para tales efectos. Con esto, la serie de atropellos vividos y su voluntario anonimato constituyen testimonio viviente de que a los maestros de excelencia, quienes pagan de su bolsillo su formación académica, quienes se evalúan y logran grandes resultados, en Michoacán se les persigue con saña y se les aleja de las aulas, induciéndoles a la mediocridad.
Es irrefutable: por todo el sistema educativo michoacano hay maestros de excelentes resultados que merecen seguimiento, reconocimiento y arropamiento institucional. Nuestra tierra está pletórica de casuística de maestros que creyeron en la evaluación pero ello les conllevó problemas, persecuciones y la pérdida de la relativa tranquilidad que les permitía ejercer su vocación docente lejos del acoso de los grupos fácticos que aun pululan en la educación michoacana, quienes les impiden recibir lo que conforme a la ley les corresponde, les acosan, les persiguen y les impiden ejercer su vocación docente. A ellos son a quienes los líderes iracundos, poseídos por el Síndrome de Procusto les persiguen encarnizadamente tan solo por sobresalir, porque quien trabaja denodadamente exhibe la verdadera dimensión de quienes no creen en la cultura del esfuerzo.
Mexicanos Primero ha emprendido una cruzada a nivel nacional para que todos los niños estén, aprendan y participen en la escuela, en una comunidad de aprendizaje que debe ser efigie de la sociedad futura que deseamos modelar; nunca una sombra rastrera del más torvo pasado que quisiéramos desterrar para siempre de nuestras aulas. En esta causa resulta cardinal lograr plena inclusión y reconocimiento para los maestros que más se esfuerzan por cumplir y hacer cumplir la ley desde las aulas, quienes evalúan y se evalúan, obteniendo resultados extraordinarios.
Las autoridades deben realizar estos actos de justicia, con carácter retroactivo y expedito, para evitar que sean los maestros que obtienen buenos resultados en las evaluaciones los primeros mártires de la normatividad que no se supo hacer cumplir. Ellos padecen, directa o indirectamente, el estado de precariedad de los cinco ejes que impulsamos por el Día del Maestro. ¡Que se les reconozca y se haga justicia!
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