El pasado 7 de noviembre los habitantes del pueblo de Santiago Capula votaron por abrumadora mayoría por no ejercer su autogobierno.
Desde hace algunos años se ha venido dando la acción de que comunidades, principalmente aquellas que se identifican como indígenas, aplican consultas para poder ejercer presupuesto al margen de su cabecera, para lo cual, de prosperar la sede del municipio les transfiere la parte proporcional de los recursos que recibe el ayuntamiento; de ese total les toca a los pueblos o tenencias la parte proporcional de conformidad con su población, pero además el autogobierno implica hacerse cargo de las responsabilidades como pago a los trabajadores, servicios y seguridad, por lo que no es algo sencillo.
Entre los diferentes argumentos que tienen los partidarios del autogobierno no aparece, al menos que sepamos, de carácter histórico, como de que Capula, entre 1820 y 1825, fue un ayuntamiento separado de Valladolid, la actual Morelia, de la que actualmente es parte.
En base a documentos que tenemos y que no se encuentran en ningún libro editado hasta hoy día, podemos revivir como fue que se formó el ayuntamiento de Capula, del que muy pocos saben que existió y fue así, que el domingo 1 de noviembre de 1820, en las casas consistoriales del mencionado pueblo de Santiago Capula, como es su nombre completo, que se reunieron los vecinos de esta población-todos ellos hombres, como era la política de esos años-, así como los de Tacicuaro y San Nicolás Obispo.
En reunión presidida por Don Arturo Chávez, subdelegado de Huaniqueo, y del párroco del lugar, el sacerdote Esteban Cabezas, se procedió al nombramiento de electores para la formación del ayuntamiento, designando a Don Juan José Lozano como secretario y como escrutadores a Don Juan de Dios Ayala otro Juan, cuyo apellido no hemos podido descifrar.
Una vez formado el comité, al que se le tomó protesta y se le señalaron sus deberes y responsabilidades en caso de no cumplir cabalmente con la comisión asignada, se procedió a elegir de forma secreta a los electores, que, en una segunda instancia elegirían a los miembros del primer ayuntamiento de Capula. Los electores fueron Miguel Navarro, Frutos Abarca, Antonio Estrada, Fernando Ruíz, Juventino Pérez, José María José Calvillo, José María Ayala, Carmelo Cipriano, Joaquín Aparicio, José María Vega, Tiburcio Valeriano y el subdelegado José Antonio Chávez, entre otros, citando este último a los electores para el domingo siguiente para elegir a los integrantes del ayuntamiento.
De conformidad con el mandato del subdelegado, a la semana siguiente, el domingo 8 de noviembre de 1820, se reunieron los 17 electores en la casa consistorial de Capula, quienes una vez amonestados por el subdelegado y asistido este nuevamente por el párroco del pueblo, Esteban Cabezas, procedieron a nombrar al naciente ayuntamiento de Capula, quedando como primer alcalde constitucional de Capula, Don Miguel Villalón y como segundo alcalde Antonio Estrada; debemos señalar que la Constitución de Cádiz, que era la que se aplicaba en ese momento en México, permitía la elección de dos o más alcaldes, dependiendo el tamaño de la población, poniendo como ejemplo, que Valladolid, la actual Morelia, contaba con cuatro alcaldes.
Las regidurías quedaron en las personas de Don Jacinto Pérez, Juan Torres, José María Calvillo, Cristóbal Pérez, Juan de Dios Ayala, Juan José Paz, Benito Romero y Tiburcio Valeriano; como síndicos procuradores se decidió que estas responsabilidades recayeran en Rafaelo Villalón y Fernando Ruíz.
Una vez que se leyó el acta, los integrantes del naciente ayuntamiento de Santiago Capula, acudieron al templo a escuchar misa de acción de gracias, con un Te Deum y con ello concluyó el proceso de formación de esta demarcación municipal hace 204 años.
Este ayuntamiento tendría una vida breve, pues con la juramentación de la Constitución Michoacana de 1825, se elevaron los requisitos para conformar ayuntamientos y al no cubrirlos Capula, fue que se decretó su desaparición, quedando desde entonces sojuzgado a Morelia.
Hace uso días los habitantes de Capula decidieron por una gran mayoría, seguir siendo una tenencia vinculada a Morelia. Ninguno de los que encabezaron ese intento fallido de autogobierno invocó ese ayuntamiento que tuvo lugar en el pueblo y no se hizo mención, porque para la mayoría de los pobladores no queda la memoria de ese hecho histórico y menos de sus integrantes, que en esta columna salen de su olvido dos centurias después de haber administrado el pueblo.