Las razones por el cual los padres originarios de los Estados Unidos idearon el sistema electoral que, desde su fundación hasta hoy día, tiene este país, era con la intención de evitar que llegara un aspirante peligroso para la democracia o los valores de libertad que la entonces joven busco preservar.
Cada cuatro años los ciudadanos del mundo vemos un proceso electoral sui generis, el de los Estados Unidos, en donde participan varios partidos por la presidencia, pero que también todos sabemos que quien gane será únicamente del Partido Demócrata o del Republicano, quienes, en sus diferentes versiones, han controlado al país por más de doscientos años.
Se trata de un mecanismo que cuando en 1787 se plasmó en la Constitución de los Estados Unidos de América, se pretendía poner controles a fin de evitar de que un candidato con características peligrosas para la conservación de la democracia, pudiera ser presidente.
Por lo anteriormente expresado, era que se ideo un sistema a dos vueltas, en donde en la primera, todos los varones mayores de edad de aquel entonces podían ir a las urnas para emitir su voto, pero este no contaría de forma directa para elegir al presidente, sino que este primer voto directo sería para elegir a un colegio electoral, conformado este por personas con mayor nivel de estudios o de bienes, lo que se pensaba que los podía hacer más cautos o conservadores, pudiendo razonar de una forma más consciente y de esa voto elegir a quien fuera menos peligroso para la estabilidad del sistema.
Debe destacarse que los compromisarios, los electores en segunda vuelta, no tenían, ni tienen en la actualidad, el deber de votar por candidato de su partido, sino que pueden votar por quienes ellos consideren más conveniente.
El hecho adicional de que además de que se vota estado por estado, es decir, los votos que se usan en un estado sirven solo para elegir a los compromisarios por entidad y no se suman los votos para obtener un gran total nacional, ha hecho que en ocasiones no gane el candidato que haya sumado más voto a nivel nacional, sino que el que sume la mayor cantidad de electores.
Como quiera que sea, ha quedado claro que ese mecanismo que se ideo a fines del siglo XVIII ha resultado inoperante para lo que se creó: evitar que llegara un presidente peligroso para la propia democracia, puesto que Trump ha regresado al poder.
En parte el mecanismo fallo, porque cuando se ideo, fue sobre la base de electores libres, no vinculados a los partidos y que podían por sí tomar la mejor opción para su país. Hoy los electores son propuestos por los partidos y por ello ya llegan con compromisos con estos, son gente de su confianza, y no el ciudadano libre de 1787.
Este hecho nos pone de manifiesto que muchas veces los proyectos de creación de normas idealizan situaciones que en la realidad no se darán, como fue la idealización de que las personas que lleguen a la presidencia de los Estados Unidos fueran siempre personas comprometidas con la democracia.
Hoy nos queda claro que, entre aspiración y realidad, esta se ha impuesto y se tiene consigo el retorno a la presidencia estadounidense de un político de dudosas credenciales democráticas.