El día de ayer, al llegar a su Cámara los diputados federales que integrarán la legislatura número sesenta y cuatro, el grupo de quienes, igual que muchos funcionarios, llegaron gracias a la inercia lopezobradorista, o sea, los del nuevo partido político conocido como “MORENA”, entraron gritando a una: “Es un honor estar con Obrador”, “es un honor, estar con Obrador”.
¡Qué abyecta sumisión y que imperdonable desconocimiento de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos!: llegar de rodillas lanzando pleitesías a quien será el encargado de ejercer un poder totalmente independiente.
Si desde la escuela Secundaria se nos enseña que el citado documento, el mismo que norma la vida pública del país, nos dice, en su artículo 49, que “…el supremo poder de la federación se divide, para su ejercicio, en legislativo, ejecutivo y judicial…”
La ridiculez ya está hecha, pero quiero, muy respetuosamente, pedir a quienes se incorporarán a la naciente legislatura, que me permitan externar una sugerencia y una petición.
La sugerencia sería que, en el artículo 55, después de los requisitos de nacionalidad, edad y vecindad, se adicione el siguiente requisito:
Tener la dignidad suficiente para no ser, ante el Presidente de la República: mezquino, miserable, terrero, tabernario, abyecto, granuja, inconfesable, canalla, indecente, traidor, bajo, infiel, desleal, follón, ruin, villano, despreciable, infame, servil, alevoso, rahez, soez, pinchaúvas, bajuno, bellaco, canallesco, vituperable, rastrero, rufián, malnacido, deshonrado, inescrupuloso, amoral, ímprobo, incumplido, malhadado, malévolo, odioso, depravado, nefasto, malaleche, maligno, protervo, falso, vil, cruel, malquerido, perverso, ingrato, bribón, depravado, satánico ni sinvergüenza.
Ahora que, si se desea incrementar esta relación de atributos que ya no se permitirían a los siguientes legisladores, se puede recurrir a Paquita la del Barrio (por cierto, creo que nos faltó ese “sabandija” que se le escucha tan simpático a la robusta cantante)
Y por otra parte, mi petición es, respetados diputados, que no se les vaya a ocurrir legislar para que se cambie el Padre Nuestro y que se empiece rezando: “AMLO Nuestro que estás en la tierra…”
“ …Cosas veredes, Sancho…”