En diversas columnas políticas y analistas afirman que Michoacán pasa por una crisis económica y política profunda, que los enfrentamientos entre el gobierno estatal y la CNTE dejo pérdidas no solo para la entidad sino también para el país por 25 mil millones de pesos durante el mes de que se bloqueo la vía del tren.
También es evidente que el enfrentamiento entre Morena y el gobierno de Silvano Aureoles todavía no es superado como ha quedado de manifiesto en la designación del fiscal general de Michoacán cuya designación cayó en Adrian López Solís y que ahora es cuestionada por la diputada local de Morena Cristina Portillo quien ha denunciado que aparecieron más votos de los que eran, pero para efecto de esta entrega esto tan solo es un aspecto de la crisis.
Los medios de comunicación locales dieron cuenta de la reunión entre el gobernador Silvano Aureoles y los ex gobernadores Cuauhtémoc Cárdenas, Genovevo Figueroa, Lázaro Cárdenas Batel y Fausto Vallejo; seguramente que dicho encuentro no fue para comentar la crisis del equipo de futbol Monarcas Morelia, sino para ver cómo superar la crisis de la entidad michoacana.
Los ex gobernadores representan a poderosos grupos económicos y sus intereses, al mismo tiempo les preocupa la debilidad del gobierno silvanista tan golpeado por el accionar de Morena y el magisterio democrático.
En los primeros tres trimestres de 2018 la economía michoacana registro crecimiento por debajo del 1 por ciento, medido trimestralmente, aunque en forma anual en el primer y segundo trimestre del año pasado se observo un crecimiento económico del 3.1 y 4.5 por ciento respectivamente y para el tercer trimestre el crecimiento del PIB estatal fue negativo en 1.6 por ciento, todo indica que para el cuarto trimestre el resultado será también negativo.
Como resultado de este comportamiento económico existe una tendencia de la pérdida del empleo en Michoacán de manera considerable.
Por otro lado, el potencial económico de Michoacán tiene un desarrollo desigual ya que el valor de la producción bruta se concentra en un 50 por ciento en el municipio de Lázaro Cárdenas, lo que significa que si este municipio no perteneciera al estado de Michoacán, el crecimiento económico desde hace unos años hubiera sido negativo.
La producción de Michoacán en su conjunto quitando al municipio de Lázaro Cárdenas como ya se menciono es de bajo valor agregado, a pesar de los productos agrícolas de exportación que generan ingresos a la entidad por varios miles de dólares.
Lo único que compensa los ingresos de los hogares michoacanos son las remesas familiares que recibe la entidad por un monto de 32 mil millones de dólares que es igual al monto del presupuesto estatal; si no fuera por estos recursos financieros la pobreza fuera arriba del 60 por ciento según algunos estudios.
El gobernador Silvano Aureoles ajustara el presupuesto estatal por la falta de viabilidad financiera donde el argumento principal es el pago de la nomina y prestaciones del magisterio entre otras cosas.
Como se sabe el déficits público es de 7 mil millones de pesos sin posibilidad de recurrir a un mayor endeudamiento; desde el gobierno de Lázaro Cárdenas Batel el crecimiento de la deuda pública ha sido exponencial y el monto alcanza los 35 mil millones de pesos con un pago anual monumental por concepto de intereses.
En los últimos quince años la política de endeudamiento estatal estuvo manejada por los criterios de la opacidad y de la corrupción, además que nunca se sabrá de qué forma se invirtió el monto de la deuda pública monumental de Michoacán.
Pero lo más importante, es que hoy Michoacán enfrenta una grave crisis muy difícil de superar en el mediano plazo, mientras que la clase política es decir los diputados de todos los partidos políticos y los mismos partidos políticos, principalmente Morena y lo que queda del PRD tienen un enfrentamiento abierto que repercute directamente en la población michoacana, es decir los políticos se enfrentan a bofetadas y puñaladas traperas, mientras que otro factor de la crisis es el problema de la inseguridad pública y la cabalgata del crimen organizado por el territorio michoacano dejando muertes.
La reunión entre el gobernador Aureoles y los ex gobernadores antes mencionados se puede interpretar como un acuerdo de facto para superar la crisis económica, política y social de Michoacán por lo que representan.
