El colectivo “Las Brujas del Mar” del estado de Veracruz lanzaron la convocatoria a través de redes sociales de una movilización nacional para el 8 de marzo y Un Día Sin Mujeres o el Nueve ni una Mujer se Mueve en una jornada en contra de las diversas formas de violencia y el feminicidio en el país.
Hoy las mujeres de México están indignadas, más aun después de los feminicidio de la niña Fátima y de Ingrid Escamilla por haber filtrado fotografías de cómo fue asesinada, de la forma que fue violentada y después de muerta destruido su cuerpo.
Las jornadas del 8 y 9 de Marzo será un hecho en contra de la forma de dominación y sometimiento del 50 por ciento de la población del país que lo constituyen las mujeres.
Todos los días son asesinadas diez mujeres en el país, solo por pertenecer a este género, con la más brutal violencia, no es suficiente privarlas de la vida para los asesinos sino los cadáveres son destrozados y abandonados en las zonas marginales urbanas o parajes en el campo.
En el caso de la niña Fátima las autoridades de la Ciudad de México fallaron en todos los ámbitos gubernamentales y Claudia Sheinbaum de manera omisa y tardía puso en marcha los protocolos de búsqueda, pero sin embargo fallaron, el cuerpo de la infanta fue encontrado en una bolsa de platico y los homicidas fueron entregados por iniciativa de la tía de nombre Irma Reyes en un acto considerado por la periodista Carmen Aristegui como heroico.
Ante la indignación de la opinión pública del país de los hechos, colectivos de mujeres se manifestaron en la puerta de palacio nacional repudiando mediante pintas en la puerta principal la omisión presidencial.
Por su parte, el presidente Andrés Manuel López Obrador en los hechos condeno la manifestación y la demanda de los colectivos feministas, acusándolos de estar “manipulados” por los grupos conservadores y que pretenden derrocar al gobierno de la fallida 4T. Lo que ha provocado una indignación mayor de las mujeres que hoy son victimas también de un presidente machista como López Obrador; sí, el presidente de este país llamado México tiene una posición de Macho frente al movimiento contra el femicidio y la violencia, el acoso sexual de las mujeres; en pocas palabras como es su costumbre descalifico la jornada del 8 y 9 de marzo.
La esposa de López Obrador, en un twitter apoyo la jornada, pero al día siguiente- seguramente por sugerencia de su cónyuge- borro el twitter; mientras tanto la secretaria de la Función Pública Irma Eréndira Sandoval mediante otro twitter dijo que el 9 de marzo las mujeres deberían encerrarse en su casa, algo discriminatorio y misógino que es una agresión contra las propias mujeres.
La agenda feminista es amplia y diversa, abarca desde la despenalización del aborto, la igualdad de género, remuneraciones salariales iguales para el trabajo de las mujeres, guarderías entre otras cosas y sobretodo justicia para castigar el feminicidio y la violencia por parte de un Estado con una visión machista.
A pesar de haberse alcanzado el derecho a la igualdad de género en los cargos de representación popular y en los diferentes niveles de gobierno, en el ámbito político la mujer sigue siendo discriminada y en el ámbito laboral y en la educación es acosada sexualmente, en un mundo dominado no por hombres sino por Machos.
Pero las desigualdades entre los géneros y el sometimiento por parte de los hombres en todos los ámbitos de la vida social principalmente la violencia intrafamiliar que son víctimas seis mujeres de cada diez de los casi veinte millones de hogares que existen en el país.
Pero la violencia y el feminicidio no es un fenómeno social simplemente o producto de una cultura machista sino que tienen su origen en raíces más profunda en términos históricos del desarrollo de la sociedad humana.
Para el pensamiento marxista, la violencia hacia la mujer tiene su origen a partir de dos hechos, el primero la aparición del excedente económico de las primeras sociedades primitivas que vivían en comunidad y la primera y segunda división social del trabajo y el rol que desempeño la mujer desde entonces, entre las actividades fueron la domesticación de animales de manera principal de ganado y la crianza de los hijos, de esta forma también surgió la propiedad privada no solo sobre los instrumentos o medios de producción sino también sobre las mujeres que en las comunidades primitivas la familia como tal no existía y la vida sexual y reproductiva humana era compartida y responsabilidad de los miembros de la propia comunidad.
Para los marxistas con el surgimiento de la propiedad privada sobre los medios de producción y la aparición de las primeras formas de familias, también aparece la propiedad privada sobre las mujeres, donde los hombres por su fortaleza surgida del proceso de trabajo adquiere un desarrollo superior a la mujer de su sistema muscular, producto de someter a su dominio a la naturaleza y de la guerra entre otras causas. La mujer en cambio pasa hacer un instrumento de producción y reproducción humana, cuya función principal es reproducir a su especie y cuidar-hijos-como parte del “capital de trabajo”, es por ello que el cuerpo y la masa muscular de la mujer se desarrollo menos y es débil y al mismo tiempo objeto y sujeto de la voluntad de los hombres.
Así de esta manera, a lo largo de los diversos desarrollos de las formas o modos de producción de la vida material humana fundamentada en la propiedad privada y la división de clases sociales, a la mujer le toca desempeñar el papel de un sujeto de explotación, primero por los hombres y después por la clase dominante y es considerada un objeto mas del sistema productivo.
Desde las comunidades primitivas hasta hoy en la época del capital global, la mujer es objeto de explotación físicas y sexual y a su vez de violencia bajo el amparo de un Estado de clase; en el capitalismo global, el primero responde a los intereses de los capitalistas o la sociedad burguesa, es por ello que la lucha por la liberación de la mujer de la opresión, el acoso sexual, la violencia y el feminicidio es una lucha con perspectiva no solo de género sino de clase social, donde se enfrenta al Estado en este caso el burgués.
Por eso la jornada del 8 y 9 de marzo es importante, al mismo tiempo es una lucha contra un estado y gobierno marchista, aunque el respetable punto de vista de muchas feministas no lo vea así, es una lucha contra el gobierno fallido de la 4T y su presidente Machista.