Para todos los que estudiamos alguna especialidad en ciencia política necesariamente tenemos que remitirnos a Giovanni Sartori como un clásico moderno de la ciencia política por sus aportaciones a la teoría de la democracia formal o como él le llamaba liberal.
Sartori no únicamente teorizó sobre la democracia de los países occidentales, sino también aporto un conjunto de metodologías para la construcción de lo que hoy mismo definía como algo impreciso la Ciencia Política que estaba en un cambio permanente y que necesitaba de la evidencia empírica para enriquecer el bagaje teórico.
Otra de sus preocupaciones era las amenazas que tenia la democracia ante los fundamentalismos y los regímenes autoritarios particularmente, estudio el caso mexicano de partido único hegemónico.
En una de sus obras denominada ¿Que es la democracia? El politólogo italiano hace un análisis profundo de la manera vertical y horizontal de las mismas, dando importancia al pluralismo, aunque defiende la democracia representativa, abona a la posibilidad de una democracia participativa. El aspecto vertical se refiere a los mecanismos institucionales del funcionamiento jerárquico de la misma y la posibilidad de transformar este aspecto en horizontal con la incorporación de todos los actores políticos a la vida democrática.
Metodológicamente en su libro La Política hace una disertación sobre la epistemología o teoría del conocimiento en los hechos políticos que son el ingrediente para la construcción de la política como ciencia. El método tiene una importancia de primer orden y para la formación de conceptos como el de la democracia, el sistema de partidos entre otros poniendo énfasis en la arquitectura constitucional que fue una de sus principales objetos de estudio.
La lógica como disciplina de la filosofía aplicada a la investigación de la vida política fue otra de sus preocupaciones y argumento fundamental para la construcción de la política como ciencia autónoma de las demás ciencias sociales porque para el pensamiento político tradicional la política es resultado de la ciencia jurídica, incluyendo todas las versiones de la Teoría del Estado.
Tradicionalmente muchas facultades de derecho tanto en el país como en el extranjero se sienten dueños patrimoniales de la ciencia política particularmente en la Universidad Michoacana que entre otras cosas acuña en la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales donde se incluye el estudio de la ciencia política como algo exclusivo de la disciplina jurídica y de forma subordinada.
A toda esa concepción se opuso Giovanni Sartori en su afán de constituir a la política como una ciencia autónoma, con sus propias metodologías de análisis ante la realidad política del mundo contemporáneo y como ya se dijo del funcionamiento y no solo de la concepción de la Teoría de la Democracia.
De esta manera los que obligadamente estudiamos alguna disciplina ligada a la política, el gobierno, el estado, los sistemas políticos y electorales tenemos que recurrir al aporte teórico y científico de Giovanni Sartori. Independientemente que estemos o no de acuerdo con su propuesta de democracia formal o liberal entendida como aquel sistema político donde hay procesos electorales para acceder al poder mediante la voluntad ciudadana.
Una de sus últimas preocupaciones de Giovanni Sartori y en las que trabajo los últimos años de su vida fue en las amenazas a las democracias, dejando hipótesis de trabajo muy controvertidas particularmente sobre aquello que se refiere a los fundamentalismos particularmente con el islamismo o al terrorismo.
Mucho más se tendrá que decir sobre la obra de Sartori particularmente de aquellos politólogos de América Latina y México que se formaron con él, pero esta entrega no es una disertación sino un apretado resumen del pensador político italiano fallecido en días pasados y que sus aportaciones a la política y por cierto su relación con los medios de comunicación en especial la televisión ejerce influencia sobre la política y la democracia.
Hasta aquí un pequeño homenaje a quien hemos estudiando y nos ayudo a formarnos profesionalmente como politólogos, queremos simplemente que sus aportaciones sean el punto de partida para una veta inagotable con relación a la realidad política internacional, nacional y regional a la cual estamos obligados los analistas políticos. Hasta aquí esta reflexión del politólogo más influyente del siglo XX y un parte del siglo XXI.
